Putin no gana para sustos en este 2020, tan vertiginoso y lleno de sorpresas -desagradables-. Apenas pudo disfrutar el histórico triunfo en el referéndum por la reforma constitucional, que le allana el camino hasta 2036 al frente del Kremlin, en un rol incluso suprainstitucional. La pandemia del Covid 19, le complicó el primer semestre sobre todo, en el Gran Moscú, aunque pudo esquivar las esquirlas del costo político de la gestión, rápida en cerrar la frontera con China y bajando el perfil, al delegar en los gobernadores, en nombre del singular federalismo ruso. Cuando pudo anticiparse en la carrera de vacunas, con la propia (Sputnik), en un nuevo éxito de “soft power”, aunque despierte críticas en los medios occidentales, no logró evitar que otro traspié lo agitara.
Esta vez, fue “Papá” Lukashenko, quien ganara por sexta vez desde 1991, la elección presidencial bielorrusa, pero que tendría que afrontar protestas la misma noche del escrutinio, en otra de pesadilla para Putin, que le hizo recordar lo peor del caos alemán del 9 de noviembre de 1989, cuando cayó el Muro de Berlín y Moscú no respondía los llamados de sus espías o, las carpas naranjas en Kiev en noviembre de 2004 o, la peor, los campamentos armados de la derecha neonazi ucraniana en la Plaza Maidán en febrero de 2014.
Había justificación para tal preocupación en el Kremlin? A priori, no, porque Bielorrusia, gozaba de un poder sistémico cuasi cercano a un totalitarismo, con una oposición minúscula y frágil, incapaz de amenazar seriamente el bloque hegemónico y hegemonizante de Minsk. Incluso durante la pandemia, la fórmula de “vodka más sauna” y la prisión para aquél que enferme de covid-19, que ensayó demagógicamente Lukashenko, parecía tener éxito popular. Tampoco el país tiene los clivajes étnicos, lingüísticos y hasta religiosos que sufre Ucrania. Por último, la virulencia de las protestas se justifican por el desgaste y hartazgo con el poder omnímodo de “Papá”, para una sociedad que es igualitaria, pero empobrecida aunque todavía vital -el Viber es un invento de la juventud bielorrusa, inteligente e innovadora, desde la cuna-. No obstante ello, nadie canaliza de manera positiva, la rebelión, como sí lo lograría la oposición de Kiev.
Pero claro, Lukashenko empezó hace tiempo a coquetear con la UE y EEUU, tratando de evitar el destino de Ucrania, además de pelear el negocio de la provisión energética con Moscú. Esta desconfió del viejo amigo aunque no tuvo en la mano, ningún “plan B”, lo cual demuestra una vez más, la falta de estrategia de largo plazo del Kremlin, aún en su patio trasero, su “cercano exterior”, el corazón del alma eslava, la que creó la URSS y la que firmó su defunción en el bosque de Belavezha en la Navidad de 1991.
Como si todo ello fuera poco, Navalny, que ya había sido envenenado hace unos años y luego proscripto en elecciones por evasión fiscal, fue otra vez objeto de ataque con una sustancia letal en su té mientras regresaba desde Siberia. Cualquier especulación gira en torno a los métodos putinistas, porque se trataría de una manera sutil y eficaz de alertar a la oposición doméstica, para disuadirla de imitar el “modelo Minsk”. Como siempre, Putin concibe que le rodean la manzana desde afuera, ya sea Washington o Europa, aunque lo más probable es que sean sus eternos enemigos, los oligarcas exiliados, como Khodorkovsky, quien junto a los ucranianos, pretenden derrocarlo por cualquier mecanismo. Ahora, con Navalny recuperándose en Alemania, no se deja de especular con la intervención americana en aras de incomodar a Merkel y presionar para que detenga el Nord Stream II.
Entiéndase que Rusia es un vasto mundo, al que desde 1999, lo gobiernan los oligarcas o los siloviki (servicios de inteligencia), con una economía manejada por burócratas liberales, en una extraña y heterogénea coalición apoyada por los militares, con un status creciente, que ha evitado el destino de una Yugoslavia disgregada. Cualquier amenaza sobre su vecindario, será evitada sin importar los medios, pero el interrogante es hasta cuándo, podrá resistir semejantes golpes de efecto, cada vez más incisivos e impactantes, impregnados de una sed de venganza que empequeñecería cualquier novela de Tolstoi o Dostoievski.
Les Luthiers, el grupo humorístico-musical es una de las grandes originalidades que pudo generar Argentina, gracias a esa enorme diversidad cultural que supo construir desde fin del siglo XX, como ningún otro país latinoamericano.
Pude ver en vivo y en directo a estos grandes creativos, que usaban instrumentos excéntricos, inventados por ellos mismos, en dos ocasiones: en octubre de 1987 en el Teatro Coliseo en Buenos Aires y en el invierno de 1991, en el Teatro El Círculo en la ciudad de Rosario.
En un tiempo en el que supuestamente importa más la salud que cualquier otro ámbito de la vida, habría que valorar el aporte de ellos, en favor del humor fino, delicado, inteligente sin golpes bajos, con diálogos extraordinarios por el cuidado en el lenguaje y el uso del vocabulario sin emplear palabras soeces o sin caer en la chabacanería. Así, se ganarían mi admiración temprana y aquellas virtudes los conduciría a tener éxito en la propia España, incluso en la comunidad latina de Estados Unidos
Hoy nos dejó de manera física, tras afrontar una dura enfermedad, que no era el Covid-19. Probablemente, Mundstock, una gran “gerente de la ironía”, como buen descendiente judío, si amaba la libertad como yo, eligió -como todos lo hacemos- el momento justo para morir y burlarse así de esta pandemia que tanto teme la mayoría de los humanos en el mundo de este tiempo.
Rabinovich y Mundstock en un diálogo plagado de malentendidos.
A cualquier desprevenido, le costaría reconocer otra fisonomía para Holanda, que no sea la de una nación homogénea, que habla un idioma dialecto del alemán, que es el flamenco, tan inentendible como su lengua materna y una conformación étnica, muy singular: una población blanca, con mayoría de rubios de ojos claros. Podría incluirse una religión protestante (ya sea en su versión calvinista o luterana). Claro, ya tenemos un problema inicial. Holanda no es un país como tal, sino una Provincia más de siete, los mismos que conforman los llamados Países Bajos, el Reino de los Países Bajos, recordando que alguna vez, en su historia, durante una fase muy breve, fue una república.
Provincias que entre otros, fueron dominadas por los Duques de Borgoña, luego sometidas por el Imperio español de los Habsburgo (Carlos I o V y Felipe II), mucho más tarde por Napoleón Bonaparte ya en el siglo XIX y finalmente, sí podrían independizarse hasta volver a ser conquistadas por la Alemania nazi en 1941 hasta 1945.
Esa voracidad de potencias extranjeras vecinas y no tanto, explica que desde sus orígenes vikingos del norte de Europa, este pueblo marcadamente marítimo, se haya mantenido neutral históricamente a fin de evitar invasiones o involucramiento en guerras innecesarias que la hubieran borrado del mapa. El camino que eligieron las Provincias nederlandesas, fue el de salir a los mares diversos para abastecer de comida a su población y de ese modo, intercambiar bienes incluso con tierras recónditas. Los inquietos “mendigos del mar”, ésta sí es su marca identitaria clave y por eso, hoy cuentan con el segundo puerto más importante del mundo y primero de Europa (Rotterdam -700.000 hab.), se animaron a llegar a lugares tan diversos, como Indonesia, en el Lejano Oriente, a Africa meridional, a Ceylán, al Caribe americano y hasta la hoy isla de Manhattan.El Almirante De Ruyter fue un ícono de la Marina nederlandesa y aquí ya le hemos dedicado un espacio especial.
Por empezar, como país desarrollado, siempre se halla en el ranking de los 9 o 10 países del mundo, en términos de calidad de vida, felicidad o reputación, codeándose con los escandinavos y superando largamente a su vecina Bélgica.
La felicidad deriva de que en Países Bajos, por ejemplo, los niños se crían en holgura y con alegría. Están mucho tiempo pasando sus primeros años de vida en familia. No tienen tanta exigencia horaria escolar, excepto desde los 10 años y la vida en familia, favorecida por el Estado, donde el ocio y los paseos o la contención del padre o la madre, son habituales, les permiten criarse en un contexto de cierta relajación. Eso explica la valoración de la mujer argentina del hombre holandés. Los adultos son relajados, muchos practican deportes preferentemente grupales desde pequeños, sin disciplinas rígidas a lo que debemos sumar su vocación mercantil: desde niños, aprenden a vender, ahorrar y ser autosuficientes. El hecho de que la mayoría de la población use la bicicleta como medio de transporte tan generalizadamente, revela cuan vitales y cerca de la naturaleza se sienten los nederlandeses. Ellos no entienden cómo en América Latina, en verano, con tanto sol, nos encerramos con el aire acondicionado en lugar de disfrutarlo a pleno. La influencia judía pero también la calvinista seguramente, juegan aquí positivamente en todas estas actitudes y hábitos.
Hay que recordar que estas Provincias fueron históricamente receptoras y tolerantes a la emigración. Todos los judíos y protestantes expulsados o perseguidos por los países católicos, llegaban a tierra nederlandesa para poder escribir, desarrollar sus artes, predicar, trabajar, invertir. Erasmo de Rotterdam con su filosofía humanista y Baruch Spinoza han sido los grandes ejemplos de esa tolerancia que se practicaba en el siglo XVI pero también en el XVII en este rincón de Europa mientras en el resto se mataban los unos con los otros por su credos religiosos. Producto de esa libertad civil, pronto llegarían a estas tierras, la propiedad privada, antes que en el resto del continente.
La tolerancia se practica de la mano de esa vida relajada. El nederlandés valora la honestidad y la franqueza: decir lo que uno piensa, sin rodeos, puede verificarse en los encuentros de amigos y allegados. Allí se habla de todo menos dinero o bolsillo propio, sí de los temas que les preocupan: familia, sexo, religión. Abiertamente, sin tapujos, se empatiza así. La responsabilidad individual es un atributo que permite socializar a los holandeses por lo que no hay nada que ocultar: nadie los juzgará ni acusará. Jamás hubo Inquisición alguna en esas tierras rodeadas de agua. Luego, en su ámbito privado buscará su salvación, si cree en ello. En realidad, hoy cerca del 48 % de la población se declara atea o agnóstica. Ningún Papa o Dios les dice a ellos cómo o cuándo uno debe morir. La eutanasia está legalizada hace tiempo ya.
Muy tolerantes son pero también muy igualitarios, a pesar de que hay pocas mujeres que trabajen fuera del hogar. El feminismo no equivale automáticamente a mujer laboriosa fuera del hogar. En todo caso, se percibe en términos de equiparación o reducción de la brecha salarial o compartir tareas del hombre con la mujer en el hogar.
El ascetismo intramundano a lo Peter Berger, funciona a la perfección allí en la moral nederlandesa. Hay que ganarse el cielo aquí en la Tierra y punto. Hay que ser laborioso, esforzado, sacrificado pero valorar la vida, el placer, el sol -que sale dos a tres días apenas en la semana, el resto está nublado o llueve-. En tal sentido, hay que ganar tierras al mar. Los holandeses son expertos en hacerlo: pólders. Canalizar ríos, dragarlos para hacerlos operables, navegarlos, no tenerlos de simple adornos estéticos para la vista turística. Me acuerdo de la obsesión permanente de mi viejo Profesor de Geografía Económica Mundial, el desarrollista Juan Carlos Aguilar en la UNR, hace 30 años, porque los argentinos convirtamos en navegables no sólo la Hidrovía Paraná-Uruguay-Paraguay, sino todos los ríos interiores. Hasta el hartazgo, abogaba por imitarlos aquí. En Rótterdam, vi como los ciudadanos, usan taxis o buses fluviales. Cada barcaza además de transportar carga o mercadería, lleva el auto del señor o la señora, desde su barrio alejado separado por agua, hasta el centro de la ciudad donde trabajan.
Es que la gente vive rodeada de agua (canales y ríos). Desde la gran inundación de 1953, la construcción de diques ha evitado males peores pero el riesgo siempre existe y máxime ahora, con el gran cambio climático. Experiencialmente, uno sólo puede disfrutar el viento cuando va dejando el Río Mosa y se empieza a adentrar en barco en el Mar del Norte.
Encendemos la TV y vemos una programación muy especial, revelando el rol de pueblo campesino que también asume Holanda. Desfilan imágenes y reportajes a gente común en sus granjas (con importante tecnología) pero granjas al fin, ordeñando la leche de las vacas, cultivando y exhibiendo orgullosos sus flores. También aparece un entrenamiento de niños vestidos prolijamente con sus casacas coloridas, jugando al rugby. Claro, uno se pregunta desde cuándo a los holandeses les gusta el rugby. Bueno, no son muy profesionales seguramente, pero a sus niños les agrada jugar este deporte colectivo donde más allá de la rivalidad en el campo de juego, luego se fomenta la camaradería, el famoso “tercer tiempo”. La ancianidad también tiene su espacio en los medios. La vida cotidiana, simple, en paz. En los noticieros, primera gran preocupación es el clima, del día y de mañana y toda la semana, dónde lloverá y cuánto. Luego, Europa y el mundo. Quizás la inmigración musulmana (la prohibición o no, de usar el burka) o el tránsito. No hay noticias ni imágenes de delitos o crímenes.
Los programas de debates en paneles nocturnos, tratan sobre Putin y Rusia. Les llama la atención la represión a las protestas, sobre todo de los más jóvenes en Moscú. Periodistas y algún analista que algo conoce del tema ruso, se hallan presentes discutiendo y analizando el tema, al cual le sucede el accidente nuclear en el Artico. Igualmente, Rusia aparece como el “Otro” europeo que no forma parte de la “civilizada” Unión Europea.
Más allá del poderoso capitalismo nederlandés, que excede por lejos tal pequeño país, desde aquella primera gran multinacional que tuvo, como La Compañía Holandesa de las Indias Orientales, pasando por las actuales megaempresas y holdings como Shell (petróleo), ING (finanzas y seguros), ABN Amro (banca), Maersk (servicios portuarios), KLM (aviación), Heineken (cerveza), Erven Lucas Bols (ginebra), Philips (lámparas eléctricas y electrodomésticos), entre otras, hay otras dimensiones morales interesantes que exceden la cuestión macroeconómica.
Hablando de DDHH, Países Bajos tiene una historia particular en la II Guerra Mundial. Cuando creían que no serían atacados por los nazis, en función de su neutralidad, se equivocaron pero su rol en el conflicto, es digno de cuestionamiento. Ana Frank, la chica germano-judía encerrada en un departamento camuflado, dos años y medio, para evitar ser descubierta por la Gestapo, es un buen ejemplo que suele dejar bien parados a los holandeses de bien. Idem la Resistencia, quer recibía apoyo aéreo de la RAF y con ello, mantenía en jaque a los alemanes en su tierra. No obstante ello, también hubo mucho colaboracionismo pronazi, como bien revela el director de cine emblemático de Holanda, Paul Verhoeven, quien cansado de la crítica nacional a sus películas de denuncia social, probó y logró mucha fortuna en Hollywood con películas de la talla de “Robocop” (1987) y “Bajos instintos” (1992). En “El libro negro” (2006), Verhoeven revela cómo la propia Resistencia “jugó su propio pellejo jugando a dos puntas”, con los nazis, a expensas de los judíos. los holandeses entonces, no tienen per se, ninguna moral superior al resto de los humanos.
Que por lo visto, se suman a otros dramas existenciales. Los holandeses ríen a menudo, saben hacerlo pero no por ello, no ocultan traumas o pesares realmente pesados. En la película “Borgman” (2013), se puede observar la frialdad sádica de un verdadero “equipo” de vagabundos que viven en los interminables bosques y que operan, con la complicidad tácita de una niñera danesa, sin gestos ampulosos, hasta destruir literalmente la vida anodina de una familia burguesa de clase alta, donde la pasión sexual era cero.
En “Luz del día” (en flamenco, “Daglicht”), film también estrenado en 2013, una joven abogada, madre soltera con un hijo autista en conflicto escolar y un hermanastro que desconoce, en la cárcel, por un crimen que no cometió, se enfrenta sóla a una familia empresaria, que está ligada a su vida, mucho más de lo que ella misma cree. Una abuela negadora, un holding que incluye una empresa dedicada a la pornografía infantil pero sobre todo, una historia familiar que revela un silencio atroz por décadas. Así, como en las calles, sin bocinas, sin gritos, sin histerias, sin siquiera llantos, sin puestas en escena, pueden guardar reserva durante años enteros, hasta que algún día, la verdad se sabe y se desnuda pero se resuelve, cueste a quien le cueste. Muy diferente de la cultura latina y católica.
Algunas imágenes del viaje (lluvioso, nublado y soleado) a Breda (180.000 hab.) y Eindhoven (223.000 hab.), la cuna de la Philips y el PSV, el famoso club de fútbol, gran campeón holandés y de Europa.
Para despedirnos, pemsaban que Argentina no tiene alguna foto también en Holanda?
No habia forma de convencer en abril de 1986, al 80 % de mis compañeros y docentes de la Facultad de Ciencia Política y RRII de la UNR que la URSS no era el “paraíso perfecto” ni estaba del lado correcto de la historia. Ni siquiera con la expectativa favorable generada por la llegada, desde la agrícola pero discriminada por las políticas estalinistas, Stavrópol, de Mikhail Gorbachov, como nuevo Secretario General del PCUS en marzo de 1985.
Sus discursos reconociendo las carencias estructurales del sistema comunista soviético, precedidas de la huelga obrera y represión militar del régimen de Jaruzelski en Polonia, algunos años antes y el fracaso militar de la invasión a Afganistán, no parecían calar hondo en la intelectualidad argentina en otra muestra más de su habitual encapsulamiento. Tuvo que ocurrir una tragedia como la de Chernóbyl, para que aquí, algunos empezaran a abrir los ojos.
Hoy, con la perspectiva de la distancia temporal, ésta es mi opinión sobre lo ocurrido, además de sus repercusiones en la Rusia actual.
A esta altura, nadie subestima la heroicidad del pueblo polaco, puesta a prueba en más de una ocasión, sobre todo en la II Guerra Mundial, a partir del mismo momento en que fuera atacada por la Alemania nazi, en setiembre de 1939. Con sólo recordar miniseries como “Holocausto” (1978) – sobre la macabra realidad de los campos de concentración y el ghetto de Varsovia- y películas como “Hurricane” (2018), sobre la valentía de los pilotos polacos al servicio de la RAF en la Batalla de Inglaterra, “El pianista” (2002) y la más reciente “Varsovia 1944” (2014), ambas descriptivas del levantamiento de la ciudad capital, el 1 de agosto de 1944, en el que hubo 2.000 muertos y unos 700.000 desplazados, ante la inminente llegada de los -hoy denostados- soviéticos -en esa época, erigidos en “salvadores”- que venían a barrer con la Wehrmacht, basta para destacar la bravura especial de aquella nación.
Hoy integrada a la Unión Europea y con tropas de la OTAN en su territorio, luego de haber tenido durante décadas, las del Pacto de Varsovia, Polonia atraviesa otro momento especial de su larga y tumultuosa historia. Su gobierno semiparlamentarista, de corte conservador, populista y nacionalista, al avanzar con decisiones polémicas, incluso de raigambre moral, sobre la división de poderes, concretamente sobre el Poder Judicial, ha confrontado con la propia institucionalidad de Bruselas a la que se abrazara tan ciegamente en los años noventa, luego de los gloriosos ochenta, que nos recuerdan a las huelgas del sindicato Solidaridad de Lech Walesa y al meteórico ascenso al Vaticano, de Karol Wojtyla (Papa Juan Pablo II). Pero también, reconocido y reivindicado por el propio Donald Trump en histórica visita, Polonia se ha convertido en uno de los Estados-ariete de la prédica de una supuesta amenaza rusa, especialmente tras la paranoia desatada por el accidente aéreo de su ex Presidente Lech Kaczynski y la anexión de Crimea en su vecina Ucrania, con la cual, la une una particular y antigua ligazón.
Aquí, algunas fotos de mi llegada en mi último breve viaje hace 3 años por Varsovia (Aeropuerto Federico Chopin).
De todos modos, esta vieja nación, percibida a lo largo del tiempo, como una víctima de vecinos belicosos como suecos, austríacos, prusianos, alemanes y rusos, también a fuerza de una sólida identidad religiosa (católica), un idioma singular y un lugar reservado y por ende, problemático, para diásporas como la judía, también goza de misterios y verdades poco conocidas o difundidas. Por ejemplo, Polonia no sólo fue una Confederación junto a Lituania en el siglo XVII que hasta se dio el lujo de invadir fallidamente Moscú en 1612 sino también contó con una monarquía electiva. En efecto, Polonia tuvo un Rey -elegido- y el más célebre, fue su último monarca: Estanislao Poniatowski.
Hago un paréntesis en el relato histórico y muestro fotos del moderno aeropuerto de la capital polaca.
La familia Poniatowski se tornó célebre a fines del siglo XVIII y XIX: en apenas tres generaciones, la familia ascendió del rango de la nobleza al del Senado y luego a la realeza, lo cual se traducía en un trampolín directo al trono.
El origen de la familia se remonta a finales del siglo XV, cuando aparecieron en Poniatowa , a unos 40 km al oeste de Lublin en 1446. Poniatowa fue la residencia de varias ramas de la familia Poniatowski: Tłuk, Jarasz y Ciołek. El 7 de septiembre de 1764, en Wola, un barrio de la actual Varsovia, el miembro más famoso de la familia, Stanisław Poniatowski , fue elegido Rey de Polonia y Gran Duque de Lituania.
Estanislao Antonio Poniatowski nació en 1732, sus padres fueron el Conde Estanislao Poniatowski, Palatino de Cracovia -amigo y compañero de Carlos XII de Suecia- y la Princesa Constanza Czartoryska. Desempeñó cargos diplomáticos desde su juventud, destacándose entre la nobleza polaca (szlachta) por su ingenio e inteligencia y ambición y también gracias a la influencia de sus tíos de la aristocrática familia Czartoryski. Gracias a tales influencias, no tardaron en enviarlo en misión diplomática a San Petersburgo en 1755 en el séquito del Embajador británico Williams, convirtiéndose en amante de la Princesa rusa Catalina Alekséievna, la esposa del príncipe Pedro, quien sería la Zarina Catalina la Grande.
Durante su estancia en Rusia, Estanislao Poniatowski destacó por su brillantez para hacer contactos políticos de alto nivel, así como por granjearse la confianza firme de los aristócratas rusos, al punto de aceptar varios encargos como el de ser Embajador del Imperio Ruso ante la corte de Sajonia.
Cuando el rey Augusto III de Polonia falleció a fines de 1763, los aristócratas polacos convocaron a su Parlamento (Sejm) con el fin de elegir a su nuevo monarca, como era ley en la República de las Dos Naciones. Con las credenciales de sus fluidos vínculos con la poderosa Rusia, y con el apoyo familiar, Estanislao se presentó como candidato. Gracias a las presiones rusas, así como el pago de caros sobornos del Kremlin a varios altos jefes de la szlachta, Estanislao Antonio Poniatowski fue elegido Rey de Polonia en setiembre de 1764 a los 32 años de edad, con el abierto apoyo de la Emperatriz Catalina II La Grande. El nuevo Rey tomó para sí, el nombre de Estanislao II. Habitó este Castillo Real, cuya foto adjunto.
Cuando el rey Augusto III de Polonia falleció a fines de 1763, los aristócratas polacos convocaron a su Parlamento (Sejm) con el fin de elegir a su nuevo monarca, como era ley en la República de las Dos Naciones. Con las credenciales de sus fluidos vínculos con la poderosa Rusia, y con el apoyo familiar, Estanislao se presentó como candidato. Gracias a las presiones rusas, así como el pago de caros sobornos del Kremlin a varios altos jefes de la szlachta, Estanislao Antonio Poniatowski fue elegido Rey de Polonia en setiembre de 1764 a los 32 años de edad, con el abierto apoyo de la Emperatriz Catalina II La Grande. El nuevo Rey tomó para sí, el nombre de Estanislao II. Habitó este Castillo Real, cuya foto adjunto.
Ya en el trono, Estanislao II fomentó el desarrollo de la Ilustración en Polonia, promoviendo la edición de diarios, tertulias literarias y creaciones artísticas varias, al punto de crear e impulsar el primer teatro nacional polaco, en una especie de “renacimiento intelectual” que favoreció notablemente las artes y las letras de Polonia-Lituania.
No obstante ello, tras consumarse la primera Partición de Polonia en 1772, Estanislao Poniatowski vivió el dilema permanente entre modernizar su Mancomunidad Lituana-Polaca, apoyando a los nobles más reformistas y liberales aplicando un programa democratizador pero nacionalista o, mantener el statu quo, apoyándose en la aristocracia más conservadora y apegada a Rusia.
Así, pese a haber apoyado la Constitución liberal de 1791, Estanislao retornó pronto a su alianza con los elementos más absolutistas de la szlachta por temor a que una liberalización de Polonia significara perder privilegios para sí y sus nobles. Tras la segunda partición de 1793, el resignado Rey Estanislao prácticamente se sometió a los planes de la aristocracia prorrusa reunida en la Confederación de Targowica, oponiéndose a la sublevación del general Tadeusz Kościuszko. Consumado el tercer reparto de Polonia con la derrota de Kościuszko en 1795 y la consiguiente desaparición de Polonia como nación independiente, Estanislao II se vio forzado a abdicar ante estos hechos, aunque sin nombrar sucesor.
El ex monarca se exilió pronto en San Petersburgo, donde pasó el resto de su vida, ocupado en una variada correspondencia con otros aristócratas europeos y escribiendo sus memorias hasta su muerte en 1798. Los zares rusos le sucederían desde entonces de facto, utilizando formalmente el título de “reyes de Polonia” entre 1814 y 1917. Como se puede observar, su vida aciaga es bastante similar aunque habiendo sido coronado, a la del “Bello Principe Carlos–Bonnie Prince Charlie“Estuardo en Escocia y el destino polaco del siglo XVIII, tal vez se asemeje al de Ucrania en la actualidad.
La escritora mexicana Elena Poniatowska (nacida en París, en 1932) es descendiente indirecta del rey Estanislao II Augusto Poniatowski. Todavía hoy hay Poniatowski viviendo en Polonia, Francia, México, Italia, Rusia, Estados Unidos, Alemania y muchos otros países del mundo.
Será el mejor Mundial de fútbol de la historia? Eso es lo que se proponen los rusos, que siempre organizan todo “a lo grande”.
En este mundo globalizado, la organización de un Mundial, sobre todo, para una potencia que se precia de tal, como Rusia, puede constituir una inmejorable oportunidad para mejorar su imagen de país, muchas veces vilipendiada por la prensa y gobiernos occidentales, a partir de las crisis en Ucrania y Siria, entre otras. Forma parte de una política de “soft power” (“poder suave”) que en cierto modo, a través de la transmisión de su cultura eslava, compensa la imagen belicista y agresiva que suele irradiarse de tal potencia.
Una de las características de la postmodernidad es la necesidad, entre tantas, de los seres humanos, de verse acompañados por mascotas. Ya sea a nivel familiar, con la presencia de los niños, por carencia de hermanos o aún teniéndolos o a nivel de los solteros, viudos o simplemente solitarios, la compañía de un animalito ameniza el ambiente hogareño.
Amo los gatos y los prefiero por encima de los perros, debido a su limpieza casi obsesiva pero sobre todo, por su independencia respecto a los humanos. También aprecio su necesidad de cariño y a modo de contraprestación, su provisión del mismo. Si son más jóvenes que los perros y por lo tanto, se comportan así porque no nos distinguen como seres diferentes de ellos, es una cuestión que se la reservo a los veterinarios para que la debatan y resuelvan. Otros los privilegian por su rol de proveedor de limpieza de casas amplias con patios o jardines, en su vocación de perseguir ratones.
Algo parecido a la Zarina rusa Elizabetta, en el año 1700, quien fue la primera en ese país, que los apreció en función de su papel de conservar limpio el Palacio Real de San Petersburgo. En la actualidad, en la franja del Palacio de Invierno que ocupa el Museo del Hermitage de San Petersburgo, viven todavía unos 70 gatos, para el disfrute de la administración, el personal y los turistas. Suele celebrarse en la ciudad, la Feria Internacional de los Gatos. Como si esto fuera poco, el 1 de marzo, los rusos celebran el Día Nacional del Gato.
En una encuesta representativa realizada a 43.034 personas de 52 países, realizada por el Grupo Dalia, con sede en Berlín (Alemania), Rusia figura en el primer lugar, con un 59 % de rusos dueños que tienen al menos un gato en su casa y le siguen Ucrania, con un 49 % y Estados Unidos, con un 42 %. Bélgica, está cuarta; Argentina, quinta y Malasia, sexta, aunque este país, lidera por número de felinos por dueño: 3 o más.
-Choque de civilizaciones
-Diario de una pasión
-Doctor Zhivago
-El Conde de Montecristo (Alejandro Dumas)
-El Señor de Ballantrae (Robert Louis Stevenson)
-La sociedad abierta y sus enemigos (Karl Popper)
-Motín a bordo
-Reflexiones sobre la Revolución Francesa (Edmund Burke)
-Robinson Crusoe (Daniel Defoe)
-Shakespeare enamorado
-The Last of The Mohicans (Fenimore Cooper)
-The silence of the lambs
-The peacemaker
-Facundo: civilización y barbarie (Domingo Faustino Sarmiento)
FRASES PARA RECORDAR
– “The only thing necessary for the triumph of evil is for good men to do nothing” (EDMUND BURKE)
-“Once we accept our limits, we go beyond them” (ALBERT EINSTEIN)
– “Rien n´est plus puissant qu´une idée dont l`heure est venue” (VICTOR HUGO)
– “No hay edad para vivir un amor intenso, así como creo que el amor es lo único que importa. Todo lo demás son plumas del pavo real, modas para seducir, como cuando un tipo se compra un auto fabuloso. Y el drama es que muchas veces el asiento de al lado va vacío, o con una mujer que no le gusta. No se necesita un Porsche para que una mujer te quiera. Hasta Adam Smith tenía esto claro: la razón por la cual la gente busca la riqueza es para salir del anonimato de la masa y ser querida” (ARTURO FONTAINE TALAVERA)
– “Our patience will achieve more than our force” (EDMUND BURKE)
– “Ahora la vida es mucho más riesgosa e incierta, aunque, al mismo tiempo, mucho más entretenida. No tengo ninguna nostalgia por el mundo de nuestras abuelas, donde las mujeres se casaban y tenían siete u ocho hijos y quedaban bastante encajonadas en una vida donde había muy poca posibilidad de cambiar De vida, porque no trabajaban” (ARTURO FONTAINE TALAVERA)
– “To read without reflecting is like eat without digesting” (EDMUND BURKE)
– “Your time is limited, so don’t waste it living someone else’s life” (STEVE JOBS)
– “Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son” (ABRAHAM LINCOLN)
– “Have the courage to follow your heart ad intuition” (STEVE JOBS)
– “Al final, lo que cuenta no son los años de tu vida, sino la vida de tus años” (ABRAHAM LINCOLN)
– “Si eres neutral en situaciones de injusticia, es porque estás del lado opresor” (ARZOBISPO DESMOND TUTU)
– “Casi todas las personas son tan felices como preparan sus mentes para serlo” (ABRAHAM LINCOLN)
-“In Italy, for 30 years under the Borgias, they had warfare, terror, murder and bloodshed, but they produced Michelangelo, Leonardo da Vinci and the Renaissance. In Switzerland they had brotherly love, they had 500 years of democracy and peace – and what did that produce? The cuckoo clock” (GRAHAM GREENE)
“Sólo el que ha conocido el extremo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es necesario haber querido morir, para saber cuan dulce es la vida” (EL CONDE DE MONTECRISTO)