DE APAGONES Y CAMPEONES

Cuenta la leyenda que Colón de Santa Fe está indisolublemente ligado a cataclismos.

Me tocó vivir uno, el sábado 29 de julio de 1995 estando en Viña del Mar, Chile. Ese día, durante la tarde, escuchaba por radio, cómo mi club favorito de fútbol, ascendía por fin a Primera División, luego de enormes peripecias que duraron 14 largos años en la liga inmediata inferior (Nacional B) pero a la primera hora del día siguiente, como si la energía festiva del sudeste del continente, se hubiera trasladado a la costa oeste del Pacífico, temblaba la tierra justo al lado del mar, en mi edificio de 22 pisos, por un terremoto con epicentro en Antofagasta. El lunes pasado, parecía volverse a repetir la historia.

Siete horas duró mi viaje ida y vuelta a Santa Fe, desde el interior de Córdoba, para volver al Estadio Centenario, tras un año y medio de ausencia de público en las canchas -por la pandemia- y tres y medio de mi última visita, en ocasión de un empate con Huracán 0-0. También siete horas duró un gigantesco e inexplicable apagón mundial de las redes sociales gerenciadas por Mark Zuckerberg: Facebook, Instagram y lo más grave, Whatsapp.

El motivo del viaje especial tenía relación con una razón poderosa para celebrar. Colón había salido campeón el 4 de junio pasado, en la ciudad de San Juan, muy lejos de Santa Fe y sin público en las gradas, en razón de las restricciones de la cuarentena: hace exactamente cuatro meses atrás. El festejo del plantel en soledad y apenas la algarabía que duró días enteros, en la propia Santa Fe, en las calles. No había existido ocasión de compartir juntos, hinchas, dirigentes y jugadores, eso que habíamos soñado durante generaciones enteras a lo largo de 116 años: una vuelta olímpica, fuegos artificiales, ritmos musicales, fotos y videos para compartir en un día, donde las redes volvieron sí, apenas comenzó el partido, como si milagrosamente, quisieran formar parte de esa verdadera fiesta colectiva.

Pensé de inmediato en mi viejo, que me llevó por primera vez a una cancha, siendo un niño, haciéndome fanático de esos colores rojinegros; en mi vieja, que siempre me apoyó, aún cuando sufriera como yo, por cada derrota, por radio, por TV o viajando a Santa Fe, cada 15 días desde Rosario; en mi rusa Ekaterina quien sin conocer todo ese pasado de alegrías y sufrimientos varios, volcados más de una vez en estas páginas, me acompañara una y otra vez, en la propia cancha o fuera de ella, cada vez que jugaba Colón, desde donde estemos, incluso en alguna madrugada europea. Yo era un privilegiado que ahora ya por fin, habiéndome asociado recientemente, por primera vez en mi vida, podía estar esa noche especial de lunes laborable, siendo testigo de semejante demostración de fe y lealtad a esos colores “sangre y luto”.

en las afueras del Estadio, en la cola para ingresar, sobre Boulevard Zavalla

Les dejo algunas fotos propias -y ajenas- además de videos alusivos, para que sean copartícipes de esa gran vivencia que me tocó experimentar ese inolvidable 4 de octubre de 2021.

Luis “Pulga” Rodríguez, viajó especialmente desde La Plata, para posar con la Copa y Eduardo Domínguez, DT del equipo campeón.

Me despido recordándoles que las mayoría de las veces, las leyendas asumen la realidad. LA LEYENDA CONITNÚA.

CUMPLEAÑOS 130 DE “EL”: “HA VUELTO”?

Ayer domingo, Pascua de Resurrección (para los católicos) y Domingo de Ramos (para los ortodoxos), cumplió 93 años, la Reina Isabel II de Inglaterra.

Pero también un 20 de abril de 1889, nacía alguien tan notorio como ella, en el seno de una familia numerosa austríaca católica, siendo el cuarto de seis hijos. Sí, él, Adolfo Hitler, el hombre que cambiaría la historia del siglo XX. Quien instauraría una feroz maquinaria militar de horror y terror, el mismo, que al igual que Aníbal y Napoleón antes, conquistando Europa, provocando la II Guerra Mundial y produciendo una salvaje matanza de judíos (el llamado “Holocausto”).

El cine lo recuerda un vez más. La película germánica “Ha vuelto” (2015), imagina un hipotético regreso en vida del “Führer” a la Alemania actual y todas sus sensaciones personales al verla moderna, desarrollada, globalizada, diversa, multicultural y en paz.

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LA ENCICLOPEDIA SOLIDARIA: WIKIPEDIA

La Edad Media, a pesar de su halo superreligioso, fue una época de grandes pecados como la codicia y la avaricia. Sin embargo, también favoreció la curiosidad y el ansia de salir de semejantes grilletes materiales y espirituales, dando lugar al auge de viajeros y exploraciones de mundos no conocidos. Lo mismo pasó con el arte: fue gracias a los “mecenas” de la época, que se financió la gran cantidad y calidad de obras que hoy inundan los pasillos de los grandes museos europeos. La Edad Moderna, vio florecer el capitalismo del trabajo de mujeres y niños en las minas inglesas de carbón, a lo Charles Dickens, pero también generó a John Harvard y tantos otros filántropos, que donaron sus riquezas para el logro de causas colectivas, como la educación, la ciencia, de nuevo, el arte. Hoy, en la era postmoderna, al lado de un Mark Zuckerberg que supo aprovechar su despecho amoroso creando Facebook, hay un Elon Musk que se dedica a negocios futuristas como los autos eléctricos pero también se ofrece rescatar a los chicos futbolistas de las cuevas thailandesas, a cambio de, sencillamente, nada. En ese sentido, es Wikipedia el experimento más elocuente actual de la combinación de curiosidad, saber, mercado y desinterés.

Creada hace 17 años, siendo el quinto website más visitado del planeta (tras Google, You Tube, Facebook y el chino Baidu), Wikipedia es el representante actual más genuino del “orden espontáneo” de Friedrich August Von Hayek. En efecto, se trata de una enciclopedia virtual que es el fruto de millones de personas alrededor del mundo que la van nutriendo día a día, hora tras hora. Son millones de curiosos que tienen siempre algo que aportar en materia de info: desde jóvenes hasta ancianos que pasan sus últimos días de vida frente a una computadora, contribuyendo con lo experimentado, conocido, sabido. Donan su tiempo a cambio de  nada. Como vemos, en tiempos de falta de iniciativa a menos que sea recompensada monetariamente, en forma de salario, honorarios o acciones, todavía sigue vigente la necesidad de difundir por la vocación de conocimiento mismo más el placer o gusto por hacerlo.

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“CHERCHEZ LA FEMME”: EL INTENTO DEL AMOR EN SUPERAR A LA CULTURA

Las relaciones de pareja a través de Internet, hoy se han potenciado. Cada vez más, existen novios y novias, hasta matrimonios que se forman y forjan a través de las redes, sobre todo, acercando identidades lejanas en términos de culturas, religiones, lenguas, tradiciones. Son tremendamente dificultosas sobre todo, por lo recelos que se generan en los respectivos ámbitos familiares. Si normalmente y sin necesidad de globalización alguna, en el seno de un mismo país, sobre todo si se trata de uno de valores colectivistas, como algunos latinos o asiáticos, son los entornos familiares de las nuevas parejas los que obstaculizan muchas veces, la cercanía de los amados, imaginemos la dimensión y significado del problema cuando se trata de naciones y culturas diferentes.

En un contexto, donde se suma la inmigración musulmana, sobre todo la africana en la Francia contemporánea, la película “Cherchez la Femme” busca con una dosis original de humor, describir las vicisitudes que tienen dos estudiantes de Ciencia Política, Armand y Leila, que están enamorados, ante sus respectivas familias. El, con padres iraníes, exiliados por la Revolución Islámica y detractores del velo y todo otro símbolo del clericalismo fanático. Ella, con un hermano, recién llegado de la caótica Yemen, que sólo busca hacerlos regresar con su hermano menor y encontrar una mujer musulmana de pura cepa en un país “contaminado” por la postmodernidad laicista y hasta atea.

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“EL MEDIO ES EL MENSAJE” (MARSHALL MC LUHAN)

Para quienes creemos que son las ideas humanas las que mueven al mundo y sobre todo, que recién conocemos su poder e impacto, mucho tiempo después de haber muerto sus artífices, aquí va nuestro homenaje a uno de ellos.

Un 21 de julio de 1911, nacía el luego Profesor y filósofo canadiense Marshall Mc Luhan, quien profetizó el mundo actual, este reino de Internet en el que vivimos, pero también contribuyó con su pensamiento, a transformar la propia historia de los medios de comunicación y la publicidad.

En los años cincuenta, en pleno auge de la televisión, Mc Luhan advirtió que estábamos en los primeros estadíos del avance tecnológico y que éste continuaría sin cesar -de hecho, lo sigue haciendo hoy-. Gradualmente, el planeta entero se alejaría de la Biblioteca de Alejandría y se convertiría en un “cerebro electrónico”.

En 1962, en su libro “La galaxia de Gutenberg”,  el autor de la famosa expresión “la aldea global” que retrataría nuestra realidad contemporánea, predijo:

“El nuevo medio, el que sea que venga, y puede ser la extensión de la conciencia, incluirá a la televisión como contenido, no como su medio. Una computadora como un instrumento de investigación y comunicación aumentaría la recuperación de información, haría obsoleta la organización masiva de las bibliotecas, recuperaría la función enciclopédica del individuo y la haría girar en una línea privada de datos comercializables rápidamente personalizados”.

Así, con una gran lucidez, Mc Luhan, consideraba que con el transcurso del tiempo, la tecnología pasaba a convertirse en una extensión de la propia individualidad humana.

Con el tiempo, el “Gran Hermano” de Goerge Orwell, se apoderaría de nuestras realidades, pero en lugar de convertirse en una maquinaria política totalitaria -aunque también sean discutibles los efectos nocivos de la tecnología sobre las cabezas ciudadanas-, nos acarrearía un mundo cada vez más pequeño, con plena interdependencia pero también fragmentación (él acuñó la expresión “tambores tribales”) y coexistencia “superimpuesta”.

Aquí podemos ver al propio Mc Luhan, autopersonificándose en una escena de la película “Annie Hall” (1977) del genial director de cine americano, Woody Allen.

INTERNET EN UN MINUTO Y REDES SOCIALES

Parece mentira la velocidad del tiempo en esta etapa inicial del siglo XXI. Internet, que nació de un proyecto militar en la Guerra Fría, desechado cuando ésta expiró, forma parte de nuestras vidas, de aquellos que ya somos cincuentenarios pero sobre todo de los llamados “Millennials”, la generación de nuestros hijos y futuros nietos. Internet  pasó a ser sinónimo de redes sociales. Los datos que mostramos a continuación, reflejan esta realidad.

En el año 2016, durante cada 60 segundos, hay más de 700.000 inicios de sesiones en Facebook. Unos 2,8 millones  de usuarios ven videos por You Tube. Unos 2,4 millones de personas realizan búsquedas en Google. Se envían 150 millones de correos electrónicos. Se efectúan 20 millones de mensajes por Whatsapp. Se escuchan más de 38.000 horas de música. Amazon canaliza más de 200.000 ventas de libros. Se realizan cerca de 350.000 nuevos tweets en Twitter. Se publican cerca de 39.000 fotos y se comparten 530.000. Unos 120 nuevos perfiles se construyen en LinkedIn. Hasta Uber puede realizar 1.400 viajes. Netflix implica 70.000 horas vistas en películas y series.