“EL MEDIO ES EL MENSAJE” (MARSHALL MC LUHAN)

Para quienes creemos que son las ideas humanas las que mueven al mundo y sobre todo, que recién conocemos su poder e impacto, mucho tiempo después de haber muerto sus artífices, aquí va nuestro homenaje a uno de ellos.

Un 21 de julio de 1911, nacía el luego Profesor y filósofo canadiense Marshall Mc Luhan, quien profetizó el mundo actual, este reino de Internet en el que vivimos, pero también contribuyó con su pensamiento, a transformar la propia historia de los medios de comunicación y la publicidad.

En los años cincuenta, en pleno auge de la televisión, Mc Luhan advirtió que estábamos en los primeros estadíos del avance tecnológico y que éste continuaría sin cesar -de hecho, lo sigue haciendo hoy-. Gradualmente, el planeta entero se alejaría de la Biblioteca de Alejandría y se convertiría en un “cerebro electrónico”.

En 1962, en su libro “La galaxia de Gutenberg”,  el autor de la famosa expresión “la aldea global” que retrataría nuestra realidad contemporánea, predijo:

“El nuevo medio, el que sea que venga, y puede ser la extensión de la conciencia, incluirá a la televisión como contenido, no como su medio. Una computadora como un instrumento de investigación y comunicación aumentaría la recuperación de información, haría obsoleta la organización masiva de las bibliotecas, recuperaría la función enciclopédica del individuo y la haría girar en una línea privada de datos comercializables rápidamente personalizados”.

Así, con una gran lucidez, Mc Luhan, consideraba que con el transcurso del tiempo, la tecnología pasaba a convertirse en una extensión de la propia individualidad humana.

Con el tiempo, el “Gran Hermano” de Goerge Orwell, se apoderaría de nuestras realidades, pero en lugar de convertirse en una maquinaria política totalitaria -aunque también sean discutibles los efectos nocivos de la tecnología sobre las cabezas ciudadanas-, nos acarrearía un mundo cada vez más pequeño, con plena interdependencia pero también fragmentación (él acuñó la expresión “tambores tribales”) y coexistencia “superimpuesta”.

Aquí podemos ver al propio Mc Luhan, autopersonificándose en una escena de la película “Annie Hall” (1977) del genial director de cine americano, Woody Allen.