YA ES LEYENDA

El destino los unía. Maradona (“D10s”) se nos fue en noviembre de 2020 y Pelé (“O Rei”) a ellos (brasileños) se les fue ayer. Tuvieron sus momentos de amor y odio durante sus vidas pero creo que terminaron en paz. Sus caminos fueron diferentes, sus comparaciones inútiles pero ambos permitieron engrandecer al fútbol, además de difundirlo a nivel global, en una era de telecomunicaciones que recién despuntaba.

Yo por ejemplo, gracias a la televisión (en blanco y negro) tuve mi primera imagen de Pelé, mirando, muy pequeño, el fabuloso Mundial de México en 1970. Menuda sorpresa posterior tuve cuando mi padre me comentó de la hazaña de mi Colón ganándole 6 años antes al invencible Santos FC de Pelé, uno de los pocos que perdiera en suelo argentino durante la década del sesenta.

Fines de los 70 me mostrarían el ocaso de Pelé en el Cosmos de NYC, promoviendo el fútbol (soccer) norteamericano entre 1975 y 1977, precisamente en el país que compartirá sede con México en 2026 pero al mismo tiempo, vería el nacimiento de la “era Maradona”.

Se nos fue Pelé -habiendo ganado 3 Mundiales pero sin jugar nunca en Europa-. Se nos fue, como se nos han ido muchos (demasiados) íconos este 2022 que fenece. Su figura excede el deporte porque incursionó hasta en el cine, junto a Sylvester Stallone y Michael Caine, entre otros. No sólo Brasil estará triste. Nace su Leyenda.

Escenas de “Escape a la Victoria” donde Pelé enfrentó a un equipo de los nazis

BRASIL: UNA GRANDEZA CON PIES DE BARRO (III)

Saliendo de Sao Paulo, se puede visualizar hacia los costados de la rodovia, tanto los morros como la enorme superficie verde y con una selva que va apareciendo.

Es interesante observar también toda la infraestructura caminera, puentes y túneles que conectan cada una de las ciudades brasileñas.

Estas son imágenes de la BR-050 que vincula la capital paulista con el gran puerto y ciudad industrial de Santos (433.000 habitantes), donde nació, debutó, jugó y se consagró Pelé (también la famosa dupla futbolera más reciente de Diego y Robinho). Son unos 80 kilómetros de distancia entre ambas ciudades.

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