ROCK AND ROLL “FIERITA”

 

Mi hijo Nicolás Andrés tenía dos fechas para nacer en octubre de 2000, habiendo descartado ya hacerlo el mismo día que yo (el mítico 17): el 23, el día del cumpleaños de “Charly” García -en el el que nació- o, el 30, el de Diego Armando Maradona. En cualquier caso, sería un día escorpiano, el de un talentoso puro, un genio, aunque Nico hasta el día de hoy, intenta y lo logra, no serlo. Porque sabe en su interior, por eso lo admiro, que ese tipo de vidas son realmente intensas, desmesuradas, constantemente en un subibaja o montaña rusa -a lo Kusturica- y él prefirió la tranquilidad absoluta. Su bajo perfil le permite disfrutar a su manera de las oportunidades que le brinda la vida y él busca, tomar distancia de las adversidades de algunos de sus hermanos mayores e ir zigzagueando los peligros que le deparó -y depara- la vida misma.

Pero claro, ése no fue el camino de Maradona que nos dejó ayer a las 12 del mediodía, a la temprana edad de 60 años, con un corazón grande pero desgastado y pulmones más que agobiados. Si ser Maradona fue difícil y eso lo torturó, como creen descubrir ahora algunos intelectualoides, él también lo buscó. Todos elegimos ser lo que somos. El eligió esa vida porque otra tal vez no le hubiera permitido ese genio del fútbol mundial que fue y hoy todos, sobre todo, fuera del país, reconocen y hasta veneran.

Por ello, él llegó adonde llegó: desde Villa Fiorito, entre 7 hermanos (4 mujeres), hasta Dubai sin escalas, sin terminar el secundario, habiendo sufrido hambre, con un perro perdido a los 8 años porque sus vecinos hostiles le dieron de comer carne con vidrio. Aún así, ese malabarista precoz siguió, persistió, jugando a una pelota de fútbol, mostrándose en TV, debutando temprano en el profesionalismo, de la mano de un tal Montes -Juan Carlos, un rosarino, sin parentesco alguno conmigo-, un 20 de octubre de 1976 -tres días después de mi cumpleaños 14-.

Todo lo demás, es poco relevante. Muchos episodios de mi vida están ligados a Maradona, generalmente, muchos hermosos recuerdos. Verlo jugar eximía incluso los dolores de tenerlo como adversario de mi equipo, ganándonos. Como futbolista o entrenador, lideró equipos ganadores (Argentina 1979 y 1986), agrandó a equipos pequeños (Argentinos Juniors, Nápoli, Dorados de Sinaloa, Gimnasia de La Plata), redujo a la nada a poderosos (Boca y River -con respeto-, Juventus de Italia) pero también los encaramó (Boca 1981). En pocos fracasó, como jugador en Barcelona 1982-1984 -allí lo lesionó el vasco Goicochea y tal vez haya empezado su penuria con las drogas-, Boca 1995-1997, Sevilla 1992-1993 y Newell’s de Rosario, la cuna de Messi y Bielsa, en 1993-1994, cuando yo vivía en Rosario, ya casado. Como técnico, había debutado sin pena ni gloria en Mandiyú de Corrientes (1994). Me dolió la eliminación mundialista en España 1982, con un equipazo que jugaba genial pero sobre todo, cuando una mano negra (la FIFA?) “le cortó las piernas” en Estados Unidos 1994.

En octubre de 1978, lo vi jugar en su cancha de Argentinos Juniors que visité recién en abril a junio de este año. Allí entendí todo. Su amor al fútbol, su lugar en el mundo, cómo lo idolatraban en ese barrio de La Paternal, tal vez al mismo nivel que en La Boca o Nápoles en Italia. La misma devoción de su desordenada despedida de hoy, que no entienden ni los liberales de café, ni los progresistas “zurdos” de Recoleta, ni los kirchneristas que se quedan con su habano y sus fotos con Fidel y Chávez, ni los radicales, ni su propia extendida familia, que jamás lo entendió y sí lo usó y abusó de él.

Era incontrolable, es cierto, inquieto, rebelde, insisto, todo ello le permitió llegar hasta donde escaló. Pero como era un niño, sin condena alguna, para el que todo era posible, el costo de su ascenso, incluyendo el obstáculo del poder, no podía afrontarlo con facilidad. Conocía y dominaba como nadie, el juego dentro de un rectángulo de césped, pero cuando salía del mismo, no entendía sus códigos. Sus desbordes, sus excesos, su verborragia, sus contradicciones, pueden ser entendidas en ese contexto, aún como él mismo reconocía, jamás reclamó ejemplaridad alguna.

Hoy los argentinos empezamos a transitar la historia sin Maradona. Como lo hicimos antes cuando nos quedamos sin Gardel, sin Perón, sin Eva, sin Borges, sin Favaloro, sin tantos íconos que dividían o aglutinaban a multitudes. Tal vez, nuestra experiencia ahora sea más grisácea, más monótona, menos pasional. Lo ignoro. Sólo sé que nadie nos privará a nuestra generación, del recuerdo de aquellos tantos buenos momentos de felicidad que este “barrilete cósmico”, con lo mejor y lo peor de nuestra argentinidad, nos regaló. Ojalá las nuevas generaciones puedan disfrutar de otras personalidades que les permitan tales dones.

Vuelvo al inicio. “Charly” García le escribió una carta de despedida a Maradona, corta, breve, pero divertida. Con aquella frase que coloqué en mi título, sugiriéndole seguir disfrutando en su reencuentro en el más allá.  Es la única manera de transformar las lágrimas de dolor por una forma actitudinal y de vida, más positiva -no ingenuamente positiva- que nos permita afrontar más sólidos, el futuro cercano. La más parecida al viaje de Lanús a Dubai, sin escalas. Algo similar al que hace mi querido Nico en su Mar del Plata adoptiva desde que se levanta día a día, sin tomarse ningún avión.

Acerca de Marcelo Montes

Doctor y Magister en Relaciones Internacionales. Politólogo. Profesor universitario, área Política Internacional. Analista de la política exterior de la Federación Rusa. Investigador. Columnista de medios de comunicación escrita, radial y televisiva. http://consultoriayanalisisrrii.blogspot.com.ar/ https://twitter.com/marceloomontes
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27 comentarios

  1. Maradona entrenando en una estancia arrecifeña en 1992 para llegar al Mundial de 1994. https://www.youtube.com/watch?v=HvHCp30OGCA

  2. El recuerdo de los ex compañeros de la Selección campeona mundial a Maradona. https://www.youtube.com/watch?v=1gTCXUU37c8

  3. El precalentamiento de Maradona con el Nápoli y la canción de los austríacos de Opus. https://www.youtube.com/watch?v=bWmRAmoLL7A

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