ISABEL II: CUANDO LLEGO EL FINAL

Fueron 70 largos años de un total de 96, para una mujer que fue educada para tomar las riendas simbólicas de un país que acababa de dejar de ser Imperio, bajo su reinado. Su polémica figura, liderando una familia bastante escandalosa, adquiere mayor relevancia institucional por los tiempos que le tocó vivir, aunque sólo será recordada como popular sólo por los británicos. Probablemente, los tiempos que vendrán para la monarquía que tanto se esmeró en proteger como para su país, serán por qué no, convulsivos. Para que no lo sean, dependerán del temple y sabiduría de su hijo y sus nietos, sí, los mismos que conservan en grado diferente, la rebeldía de su ex nuera, Lady Diana Spencer, la Princesa de Gales, la “Reina de Corazones”.

MI BREVE SEMBLANZA EN RT (1 hora 44 a 1 hora 49)

COMO EN LOS OCHENTA

En tiempos recientes, hay una tendencia a repetir alguos ritmos musicales típicos de los años ochenta. De la mano de algunos DJs audaces pero también y sobre todo, cantantes solistas o bandas, que intentan quebrar la monotonía hegemónica del reggaeton o el pop insípido de los últimos años.

Es una bocanada de aire fresco la que tratan de hacer resurgir, por supuesto, con sus propios tonos y virtudes, artistas de la talla del excéntrico canadiense Abel Makkonen Tesfaye, líder de The Weeknd y tal vez, con una menor exposición mediática, Purple Disco Machine, el nombre que adoptó el DJ alemán Tino Piontek (o “Tino Schmidt”), para asemejarse a una banda.

Tesfaye reconoce como sus influencias ochentosas a David Bowie, Prince, Michael Jackson y Talking Heads entre otras. Aunque debutó hace más de una década, Blinding Lights, estrenada en 2019 pero aún opacada por la pandemia de Covid-19, no dejó de sonar en las principales FM del mundo, incluyendo mi propia cuarentena en CABA, en mayo de 2020. La canción es la más importante en la historia de la Revista Billboard, permanenciendo más de 100 semanas en el top 100 de dicho ranking. Save your tears, Take my breath y Starboy son otras canciones valoradas en los sucesivos charts del orbe.

En el caso del alemán, se trata de una biografía muy particular que ayuda a comprender el contexto histórico que le tocó vivir. Criado en la vieja Alemania del Este, o sea la RDA comunista, su padre le hizo conocer la música occidental, sobre todo, géneros como el disco, el pop y el rock de manera clandestina, lo más lejos posible de los controles de la omnipotente Stasi. Luego, ya caída la URSS y en un primer viaje a Münich (la ex RFA), el joven Tino conoció “el paraíso del vinilo” -el mismo que estaba prohibido en su país de origen- y a partir de allí, se dedicó a reforzar sus conocimientos musicales pero abrevando siempre en sus tempranas inclinaciones artísticas. Hace una década este DJ germano empezó su meteórica carrera profesional musical pero recién cosecharía éxitos como Hypnotized en 2020, Dopamine” -con un excelente video ochentoso- en 2021  y el furor de In the dark“, con Sophie and The Giants, este año.

Celebro pues este deseo de recuperar épocas musicales creativas y llenas de vitalidad artística, como las de hace 4 décadas atrás. Al menos, las nuevas generaciones podrán conocer y por qué no, disfrutar, de la afinidad de aquellos ritmos.

LOS QUE SE NOS VAN

Ayer, viernes 19 de agosto, hubiera cumplido años Sandro, el gran cantante argentino de origen gitano, con una voz inigualable que tuviera canciones exitosas y películas taquilleras en la década del ’70. Pero en la misma jornada, también murió Oscar Bergesio, gran periodista santafesino, comentarista de fútbol, con quien también desde los ’70 hasta los ’90, incluso más cerca en el tiempo, hasta su retiro en julio de 2019, me entretuviera cada tarde o noche de radio en la universitaria LT10, estando yo en Santa Fe o aquí en Córdoba.

Sandro y Bergesio no tienen nada en común, excepto que fueron contemporáneos, pero sí poseen sus vidas, un magnetismo especial en la mía misma, porque cubren etapas de ella que fueron particularmente singulares, como mi niñez y adolescencia, tiempos de TV en blanco y negro, tocadiscos y transistores.

Como también adquieren un especial significado, otros protagonistas de la pantalla chica de aquellos años, que también nos dejaran recientemente: el actor Rodolfo Bebán hace una semana,  además del conductor Norberto Palese (alias “Cacho Fontana”) y su ex esposa, la ex modelo Liliana Caldini, a inicios de julio, con apenas dos días de diferencia.

Bebán fue protagonista de películas históricas como “Juan Manuel de Rosas” (1972), “Juan Moreira” (1973) y las tiras televisivas “Malevo” (1972) y “El precio del poder” (1992-1993), que tuvieron elevados niveles de taquilla y rating, respectivamente. Mientras tanto, Fontana, tristemente recordado por su programa ómnibus de 24 horas junto a Pinky en 1982, recaudando fondos -que no llegaron o sólo parcialmente- para los soldados de la guerra de Malvinas, tuvo dos grandes participaciones que yo nunca olvidaré: la conducción del programa de preguntas y respuestas “Odol Pregunta” que catapultara a la fama, por ejemplo, al entonces niño Carlos María Domínguez y “Videoshow” (1977) donde estrenaría la llamada “máquina de mirar”, o sea, la videocassetera, que revolucionaría la era de la TV a nivel nacional, ambos episodios en los ’70.

Cuando ocurre esta seguidilla de pérdidas, similares a otras de hace unos años, siento que una parte importante de mi vida se va con ellas, pero al mismo tiempo, me transmiten la energía necesaria para recordarlos a todos con alegría y renovarla para continuar hasta el final de mis días.

NUESTRO “KAISER” DEL FUTBOL

Si los alemanes tuvieron su emblema en Franz Beckenbauer (76 años) como jugador-líder de la Selección campeona mundial de 1974 además de DT ganador en Italia 1990 y hasta Presidente del Bayern Münich, los argentinos también tuvimos ese equivalente, casi contemporáneo y en el mismo puesto, defensor central (número 6) -y goleador-: Daniel Alberto Passarella. Capitán de la Selección argentina que alzara la Copa Mundial en casa en 1978, DT de la Selección aunque sólo llegara a cuartos de final en Francia 1998 y técnico y Presidente de su club histórico (River Plate). Aunque este último detalle, habiéndolo encabezado precisamente en 2011, año en que descendiera la entidad de Núñez, hace que, sobre todo, en la mente de muchas generaciones jóvenes, se empañe toda la carrera expuesta con anterioridad.

La novedad -triste- que hoy nos golpeara a todos los futboleros de bien, fue que Passarella (69 años) sufre de una enfermedad neurodegenerativa (Alzheimer) que conozco muy bien porque afectó a mi madre antes de su muerte, además, aparentemente, de Parkinson. Esta infausta noticia se emparenta con una similar que conociéramos hace semanas, respecto a Edgardo Bauza (64 años), también ex 6, suplente de aquel equipo glorioso de 1986, también ex técnico -muy ganador- de clubes como su querido Rosario Central y San Lorenzo y del fútbol ecuatoriano. Tiempo atrás nos dejó  físicamente Diego Armando Maradona, adalid de aquel team campeón, con quien Passarella tuviera una escabrosa historia de rencillas, nunca debidamente aclarada en función de los testimonios de sus propios protagonistas en ese mismo Mundial de México 1986.

Passarella aunque no jugara ese Mundial, formaría parte del plantel y sería el único argentino, dos veces campeón mundial de fútbol. Ojalá que ese dato por demás elocuente, alcance a dimensionar su enorme figura más allá de los debates de las redes sociales.

“LUI”

La crisis de los ’40, los ’50 o los ’60 o, simplemente, los devaneos y contradicciones de un adulto casado -o en tren de separación con amante incluida-, padre de dos niños, haciendo un balance de su vida, donde abundan los reproches a su ex, amante de su ex, sus padres, sus hijos, mejores amigos, etc. etc. etc., pero sobre todo, a sí mismo. En el medio, la excusa de su necesidad de inspiración musical -es compositor- y por lo tanto, la opción de irse a vivir a una isla de Bretaña, en el Atlántico francés.

Buenos diálogos, mucha autorreflexividad, un tanto oscura la fotografía, aunque acordes con la cabeza neblinosa del protagonista y un buen reparto para esta película francesa donde grandes actores como Mathieu Kassowitz y Nathalie Baye aparecen como secundarios. Dirigida y superprotagonizada por Guillaume Canet, la sugiero aunque no de manera ultra entusiasta, sino más bien para quienes se sientan identificados/as con la trama.

“MESTEREN”

No todo es lo que parece en esta película estrenada en 2017, por el cine danés, que como Uds. saben, me fascina por la madurez y también creatividad, de sus guiones.

Puede ser una película sobre la típica rivalidad entre un padre y un hijo varón, sobre todo, si el primero es célebre y exitoso en su arte y haya dejado a su madre por una más joven, pero tan pronto, como se va desenvolviendo la trama, se descubrirá que los conflictos irán evolucionando hacia un desenlace imprevisto, no muy acorde con lo que esperábamos al inicio.

En el contexto de competencias intergeneracionales atizadas por las nuevas tecnologías, los detalles de este buen film de Charlotte Sieling -la directora de la afamada serie “Borgen”– no pueden desdeñarse y mantendrán en vilo al espectador hasta el último minuto.

Altamente recomendable.

KALININGRADO Y EL SUICIDIO EUROPEO

Hace unas semanas, Lituania decidió unilateralmente el cierre del transporte ferroviario de mercaderías a Kaliningrado, el enclave ruso ubicado sobre el Mar Báltico. Lo hizo tal vez para sobreactuar su castigo a la supuestamente agresora Rusia, por “la operación militar especial” iniciada el 24 de febrero pasado sobre territorio ucraniano. Ayer, la Comisión Europea se desligó de la medida lituana, afirmando que hará todo lo posible porque Vilna levante la medida. La decisión de Bruselas quizás represente más que nunca, la incomodidad creciente de los países líderes de la Unión Europea (Alemania y Francia), por plegarse tan acríticamente a los caprichos geopolíticos norteamericanos, despegándose así de los planteos de los Estados más rusofóbicos, es decir, los tres Bálticos y Polonia.
Es que Europa se está “disparando en los pies”. La UE, como “potencia civil” -diría Alberto Hutschenreuter- se ha opacado en favor de la supervivencia securitaria de una OTAN que hasta hace 2 años atrás, reconocido por el propio Macron, estaba “muerta de parálisis cerebral”.
Por ejemplo, como bien señala el joven César Sabas Fuentes en su Facebook, hablando en términos geocomerciales, Rusia, el proveedor histórico y seguro de energía barata para los europeos, aceptaba pagos en euros. En cambio, ahora, producto de las sanciones y el hostigamiento irracional de Estados Unidos, que tampoco puede asegurar el gas licuado en cantidad y tiempo, Europa tiene que comprar en dólares -y caro-. Primero, porque se ve obligada a triangular para esquivar las mismas sanciones que ella impuso a Moscú, por ejemplo, comprándole energía a India o Turquía. Segundo, porque los pagos a Rusia siguen siendo en rublos y desde ayer, el euro no sólo equiparó al dólar sino que hasta descendió un escalón más abajo de la moneda americana, por lo que la economía europea hoy es más vulnerable que nunca.
Por lo tanto, asoma oscuro el futuro mediato para el Viejo Continente, que políticamente en pleno verano, empieza también a vislumbrar inestabilidad política -ya cayeron 3 gobiernos (Gran Bretaña, Estonia y Bulgaria) más uno (Francia), donde Macron perdió la mayoría parlamentaria, aunque resiste que le cambien a su Primera Ministra (Elisabeth Borne). Más oscuro parece el panorama cuando se observa el regreso de la inflación tras 4 décadas, por ejemplo, en España, la mensual más elevada desde 1985.
Todo lo cual sumado a la perspectiva de un otoño y un invierno crudo, sin abastecimiento normal de gas (y calefacción), en el -tal vez- peor contexto de las últimas seis décadas, que podría caldear los ánimos de la población del Viejo Mundo, ya sumida en desesperanza y desasosiego desde la pandemia de Covid-19. Llegará el día en que los líderes europeos, sopesarán este elevado costo que había que pagar a raíz de Ucrania? No será hora de sentarse a negociar finalmente con Rusia? O esperarán a que las elecciones de noviembre en Estados Unidos, terminen de “sepultar” a Biden y los “halcones” del Partido Demócrata?

G7 VERSUS G5?

Había una vez, un orden mundial donde, tras el fin de uno bipolar y estable basado en la amenaza de apretar el botón nuclear, se intentó estructurar un acuerdo de potencias diversas mutuamente interrelacionadas. Al ceder algunas de ellas a la voluntad de una, ese orden se resquebrajó generando uno alternativo, que lo desafía, aunque no sabemos bajo qué parámetros. Ignoramos el desenlace pero es probable que estemos transitando dicha secuencia. Precisamente, habiendo estado hace un par de meses, en el lugar donde se dirime “el gran tablero mundial”, es decir, Eurasia, me voy autoconvenciendo de que ya está gestando ese “otro mundo” a pasos agigantados.
Foreign Affairs publica hoy un artículo de Ivo Daalder y Michael Lindsay sobre la última posibilidad de que el G-7 -ya sin Rusia, en el formato ad hoc que antes la incluía como un octavo integrante-, pueda “construir un mundo mejor”. Me atrevería a decir que esa alternativa es improbable porque el G-7 ya no es lo que era, en parte por los errores de sus miembros, en parte por la voluntad de los que no están integrados allí.
Repasemos. En términos coyunturales, en función de la guerra de Ucrania, la relación ruso-europea está irremediablemente rota y tardará en recomponerse, por la obsecuencia de la UE en seguir los caprichos geopolíticos de Estados Unidos. China ha ganado liderazgo y poder y de ninguna manera, cederá en favor de quienes ha estado superando. Otros actores estatales emergentes como Turquía e India se atreven a desafiar medidas que el bloque occidentalista ha impuesto, sin acuerdos previos. En términos estructurales, la demografía y el comercio mundial han empequeñecido el mundo del G-7.
Al mismo tiempo, ha aumentado la dimensión de “otro mundo” al que desde 2013 no se le ha prestado suficiente atención, pero hoy, ha acelerado su presencia. Se trata del BRICS, el bloque que forman Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, su último integrante.
El BRICS representa el 43% de la población mundial y el 27% de la superficie terrestre del planeta; si se le suma Iberoamérica, juntos representan el 48% de la humanidad y un tercio de la superficie terrestre del globo.
En la Cumbre de estos últimos días y sus numerosas reuniones relacionadas, bilaterales y multilaterales, esa mitad de la humanidad adoptó un proyecto que se basa en el rechazo al actual sistema de casino financiero y lo reemplaza por uno que proporciona crédito para proyectos de desarrollo con alta tecnología; en educar y entrenar a la juventud para que haga frente a los crecientes retos del futuro; en el pleno respeto a la soberanía nacional, proscribiendo la política imperial de cambios de régimen y guerras; y en la promoción explícita del interés común entre las naciones.
“La historia nos dice que la ley de la selva no es el camino de la coexistencia humana”, subrayó el Presidente chino Xi Jinping. “Toda nación debería obedecer el principio de igualdad, confianza mutua, aprendizaje de los demás, cooperación y búsqueda de beneficios colectivos… para la construcción de un mundo armónico, sustentado en la paz y la prosperidad colectiva”, añadió en la Cumbre citada.
El BRICS y sus aliados están construyendo un sistema mundial basado en valor real, no en valores de papel falsos. Las naciones del BRICS están decidiendo qué es el valor real, y lo están imponiendo, que consiste en el costo de los poderes productivos del trabajo en una situación cambiante. Las mismas sanciones que “Occidente” impuso sobre Rusia ahora mismo, provocan un efecto “boomerang” sobre el valor del dólar y el rublo. Moscú se desdolariza, fortalece su propia moneda y exporta oro a terceros.
El problema subyacente con el que nos tenemos que enfrentar hoy, es la “asimetría del valor en el mundo”, que viene de dos sistemas distintos que operan con una lógica y una métrica diferentes y que son totalmente incompatibles.
De un lado, está el sistema transatlántico. Del otro, tenemos un sistema emergente, incompatible con el primero, que está construyendo un mercado basado en valor real. El valor real proviene y se mide por el desarrollo de los poderes productivos del trabajo, es decir, mediante la introducción de nuevas tecnologías creadas científicamente, poniendo en marcha procesos productivos que incrementan la densidad de flujo energético a través de la economía física de tal modo que se incrementen inmensamente los poderes productivos del trabajo. Ese nuevo sistema creará un proceso mediante el cual el incremento de la densidad de flujo energético se incrementará a sí misma a una tasa que se va acelerando.
Este rol del progreso tecnológico y avance científico es lo que la especie humana hace de manera única. Tal creatividad es realmente la fuente de valor en una economía y es el camino en el cual nuestra acción para crear el futuro define el valor presente.
Sin duda, el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) y el Acuerdo de Reservas de Contingencia (ARC) son la base de una arquitectura financiera internacional totalmente nueva, aunque aguarda una gran batalla política para que esta política entre en vigor, por encima de las violentas objeciones de la City de Londres y Wall Street, incluyendo sus agentes en algunos de los países del BRICS. El documento de fundación del NBD con cautela se adhiere a la idea de que el NBD y el ARC sólo se destinan a “complementar” a instituciones existentes como el FMI; pero los principios sobre los cuales se fundaron no sólo contradicen a los del FMI, sino que son mutuamente excluyentes.
Más significativo: el NBD se orienta claramente a prestar dinero para desarrollo real, sin las odiadas condiciones de austeridad y políticas ecologistas asociadas con el FMI y el Banco Mundial. Por ejemplo, la declaración conjunta CELAC-China contiene una divergencia radical con las condiciones del FMI y el BM, y llama “a hacer buen uso de los préstamos en condiciones favorables garantizados por China, de acuerdo con las necesidades y prioridades de los países receptores. Enfatizamos la importancia de la construcción y modernización de infraestructura”.
El Presidente Putin, no es ajeno a ser el blanco de la guerra económica, presentó una propuesta complementaria: “Las naciones del BRICS deberían cooperar más de cerca en los mercados de materias primas. Tenemos un recurso singular básico: nuestras naciones poseen el 30%-50% de las reservas globales de diferentes recursos. Por lo tanto, creemos que es imperativo desarrollar la cooperación en minería y procesamiento, y organizar un centro para la capacitación de expertos en industrias metalúrgicas en las naciones del BRICS”.
Tal acuerdo quebraría el control absoluto del gran enemigo de Rusia -Gran Bretaña- de las materias primas y su habilidad para especular con la subsistencia de las naciones y su misma existencia. Para hacer viabilizar estos propósitos, el NBD y el ARC tendrían que funcionar con un muro cortafuegos contra el sistema canceroso denominado “en dólares”. Es digno de atención que el NBD está autorizado en el futuro a recibir capital adicional y a otorgar préstamos al BRICS y a otras naciones, en monedas alternativas.
Una vez que tres, cuatro o más países estén involucrados en grandes proyectos recibiendo tales préstamos en monedas distintas al dólar, de hecho se habrá creado una nueva moneda, a la que también le seguirá el acuerdo de tipos de cambio fijo entre las naciones participantes. Ese sólo paso instantáneamente traería aparejado un retorno al sistema de Bretton Woods anterior a 1971, de tipos de cambio fijos (predecibles), barriendo de un plumazo, billones de dólares de especulación con monedas a futuro.
Como conclusión, ignoramos si el BRICS construirá un nuevo orden mundial. Pero lo que sí sabemos es que todo el contexto actual y las torpezas de la alianza transatlántica con sus sanciones ineficaces a Rusia y su obstinación por armar a Ucrania, para prolongar una guerra de antemano perdida, no ha hecho más que inflamar orgullos del otro lado y provocar reacciones adversas en aquellas culturas milenarias que hasta aquí, actuaban razonablemente y sacaban provecho del orden mundial actual. Ello puede ser motivador suficiente para que el BRICS, aún reconociendo posibles desacuerdos entre sus propios miembros, cobre vuelo y dinamismo, intentando al menos, erigirse en la alternativa como “el mejor mundo posible”.
Ese mundo mejor lo puede ayudar a edificar el BRICS porque se trata de países vigorosos -y no envejecidos-, que cooperan entre sí -sobreponiéndose a sus viejas rencillas- y tienen vocación de liderazgo global -pero compartido-.
A modo de despedida, les dejo el video premonitorio que realizó Jorge Lanata hace más de una década para el Canal Infinito, sobre el entonces BRIC -sin Sudáfrica en ese momento-. A veces, los cambios aparecen ante nuestras narices, pero no los vemos.

MILEI-MASLATON: EL QUIEBRE

En las últimas semanas, Javier Milei cometió todo tipo de dislates discursivos y logísticos y descendió notoriamente en las encuestas. Justificar la venta ilegal de órganos -prohibida en todo el mundo-, la libre portación de armas -en un país como éste, con una insuficiente madurez educativa- y organizar actos hace un par de semanas, en el conurbano bonaerense (Gerli) y hoy, en Córdoba Capital, con “derecho de admisión”, que fueron sendos fiascos, por la poca o nula masividad, fueron sólo algunos de dichos errores. Producto de ellos, ante una opinión pública hipersensible, de pronto, el otrora”León” de hace unos meses, se transformó en un “gatito” inofensivo.

Bajo el influjo de su hermana “demasiado afín”, haciendo “buenas migas” con el ex “armador” de Domingo Cavallo en 1999,  Carlos Kikuchi, de origen japonés, un periodista -más RRPP que lo anterior-,  Milei centralizó en ellos toda la “campaña”, desplazando al eje protoperonista de “La Libertad Avanza”, es decir, la dupla de los legisladores porteños Eugenio Casielles y Ramiro Marra más el abogado bitcoinero y ex concejal, autopercibido “puntero gratuito” Carlos Maslatón y los “twiteros”.

Desde estas páginas hemos sido particularmente críticos con todo esta estructura que nunca fue tal o, que en todo caso, fue demasiado monárquica y verticalista pero desorganizada, lo cual le hizo perder a Milei, desde setiembre de 2021, debates televisivos, puntos esenciales en la elección legislativa de noviembre y el alejamiento definitivo del centro electoral, esencial para aspirar al ballotage de 2023. Tal “derechización” de Milei, bastante incoherente por cierto, al embanderarse el diputado en febrero de este año con la causa de Ucrania, se vio rematada con dos decisiones de la dupla Karina Milei-Kikuchi: una, el armado nacional bajo el viejo Partido Demócrata (de tinte rancio conservador aunque de dudosos papeles en regla) y otra, la formación de alianzas con partidos provinciales, que actuaron como satelitales durante la dictadura militar, por ejemplo, el bussismo tucumano.

Semejante desprecio de Milei por la tradición liberal -pero también por la libertaria, a la que siempre usó con bastante ignorancia- no pudo disimularse aunque la familia Benegas Lynch, de prosapia en el liberalismo argentino, pero demasiado antiperonista y pro-Juntos por el Cambio, lo bendijera. Con el tiempo, lo que veíamos hace meses respecto a una radicalización de los entusiastas por el diputado -bastante poco laborioso en ese rol-, se fue confirmando tristemente. Asesorado por el idóneo sin título universitario alguno, el gay Alvaro Zicarelli, su apoyo reciente al perdedor de la elección presidencial colombiana, un anciano dirigente misógino, violento y realmente populista, sumado al show conservador montado en Brasil, al lado del hijo de Bolsonaro -cuyo padre marcha segundo cómodo en las encuestas para el comicio de octubre-, no hizo más que coronar tal derrotero frustrante.

Tras su viaje en abril-mayo pasado, junto al ex Embajador Mariano Caucino, por Israel, Armenia, Georgia y Rusia, Carlos Maslatón ha decidido enfrentarlo. Conocedor de todos sus secretos -y sus trampas- el ex dirigente de la Ucede y UPAU en los ochenta, creador del estilo “barrani”, el gran rebelde de la cuarentena de 2020 y que se jugara por la causa rusa como ningún dirigente político en la Argentina, ha resuelto pedirle internas, intentando que recapacite y se aleje del nepotismo. Lo veo improbable pero si de algo estoy seguro es que el lugar de “antisistema” que Milei ocupó coyunturalmente, hoy está vacante y seguirá así si nadie puede erigirse en la figura que canalice el malestar latente del argentino medio.

Será Maslatón quien lo ocupe? Anticambiemita y enemigo de los radicales desde hace 4 décadas, aunque nada “gorila” ( o sea, antiperonista), posee a su favor, la cuota de realismo político y experiencia organizativa de la que carece el 90 % de los políticos que aspiran a representar las ideas liberales y/o libertarias.

Encuentro casual con Maslatón en el Edificio Kavanagh, CABA, diciembre de 2021.

De seguro, si fuera él, tendrá que exigir y autoexigirse el cumplimiento de varias condiciones. Insisto en el punto: si deseara hacerlo. Porque será clave corregir el error básico de Milei: éste jamás prestó atención a la necesaria institucionalización y nacionalización de una estructura partidaria única y novedosa en el escenario político, incluyendo por qué no a José Luis Espert, que lo proyecte de manera competitiva de cara al 2023. Aún hay tiempo.

Cena con Maslatón y mi amigo Julio Nieto, CABA, enero de 2021.

Aquí la nota que le dio a Julio anticipando su interés por candidatearse hace más de un año, en el cual, incluso se animó a hablar de Maradona y el amor a la patria, entre tantos tópicos abordados.

TOP GUN II: TRIBUTO A UN MUNDO QUE NO VOLVERA

Hacía tiempo esperábamos la segunda versión de “Top Gun”. Tuvieron que pasar casi 36 años de la primera que marcó un hito en la historia del cine de acción para que, aún retrasada por la pandemia de Covid-19, habiendo sido anunciada algún tiempo previo a ella, pudiera por fin estrenarse hace semanas.

Más allá del contexto político internacional actual, que pareciera ser análogo al de 1986, en plena Guerra Fría en aquél momento, en un nivel máximo de tensiones entre las potencias occidentales, Rusia y China, en éste, sin omitir el uso político de la película, a mí, ésta me transmitió otras sensaciones quizás más humanas, que pasaré a describir.

Abocado a presevar un viejo avión de guerra en su hangar privado y a experimentar de vez en cuando proyectos aeronáticos de la industria privada contratista del Pentágono, con viejos ex camaradas, Pete Mitchell (“Maverick”) regresa al ruedo de la academia de pilotos navales de elite de Miramar (San Diego), pero esta vez como instructor de vuelo. Su rol de antiguo piloto díscolo, transgresor, excesivamente arriesgado pero hipertalentoso y solidario, que le valiera ante el “sistema” , llegar apenas a ser un capitán multipremiado-, deberá ser reemplazado por el de motivador y transmisor de experiencias a un grupo heterogéneo de jovencitos bastante soberbios y poco habituados a actuar bajo presiones extremas. El fuerte contraste entre las generaciones, unas más habituadas a ciertos códigos y sacrificios en aras de metas y desafíos que parecen inalcanzables y otras con mayores oportunidades y tal vez más especuladoras y pragmáticas, es muy bien recogido por el guión de la película.

Ese último parece ser el mensaje que la dirección de la película quisiera transmitir. “Maverick” difunde el valor de asumir riesgos pero no de manera alocada y siempre con la necesidad de preservar el equipo: fue traumático para él, haber perdido a su compañero “Goose” en la primera “Top Gun” y eso lo persigue hasta hoy. Por eso, el valor de la solidaridad es el segundo a considerar aquí. Hay una tercera prioridad: es el piloto -y no la máquina-, el que hace la diferencia sobre todo en tiempos de paridades tecnológicas, con el enemigo -antes, la URSS, hoy no está claro si Irán u otro-.

Lo demás, como la pareja de “Penny”, ciertas ironías o “gags” en determinados momentos de la trama, la exhibición musculosa-deportiva de la playa, el sentido de la amistad con “Iceman”, la música tanto la clásica como la nueva a cargo de Lady Gaga, etc., son los ingredientes emocionales adicionales para completar una película, que asoma como la más taquillera del año.

En el Día del Padre (#FathersDay), asoma como un interesante tópico del film, la relación de “Maverick” con “Rooster”, el hijo de “Goose”. Un vínculo especial que hereda los pesares y cargas del pasado, como ya se dijo, pero que irá reconfigurando a lo largo de la trama, para finalizar de una manera sorprendente.

Como corolario, claramente la película representa la nostalgia por un mundo y estilos conductuales humanos que tal vez estén viviendo sus últimos días. Así como en el reciente film de la saga de James Bond con Daniel Craig (ya retirado), se insinúa que ese tipo de espías están condenados a desaparecer, en el ejemplo de “Top Gun II”, los pilotos atrevidos y valientes son fácilmente reemplazables por programas de aviones no tripulados.

En cualquier caso, como fuera y donde sea, casi 4 décadas de espera son mucho tiempo en las biografías de muchos: en el caso de este “Top Gun II”, valió la pena aguardar este estreno.

Me despido con la mejor canción de la nueva banda sonora del film: “I Ain’t Worried” interpretada por la banda “One Republic”.