CFK EN EL CENTRO Y HACIA EL CENTRO?

“Con Cristina no alcanza pero sin ella, no se puede” (Alberto Fernández)

En un país que perdió la brújula allá lejos en el tiempo y donde no se discuten proyectos colectivos, sino trayectorias personales, ahora a tono con la realidad de la política mundial, no sorpende que las únicas noticias provengan de las situaciones o conductas que gesten o atraviesen los actores principales del devenir político nacional. En el último lustro, ese protagonismo básicamente lo han tenido el Presidente Mauricio Mauricio Macri y la ex Presidenta -dos períodos- Cristina Fernández, viuda de Kirchner.

Además, los asesores a cargo de la gestión de campaña de Macri, han estimulado la confrontación entre ambos, produciendo una “grieta”, en gran medida para disimular la inoperancia del gobierno, no obstante que ellos hayan dado pruebas de que tal antinomia existe “científicamente” en los grupos focales con los que trabajan semana a semana. Desde el año 2017 en que la ahora Senadora fuera derrotada en el distrito bonaerense, esa grieta lejos de haber desaparecido, se mantuvo impertérrita y hasta se profundizó, en los medios de comunicación, las redes sociales y el discurso de la mayoría de la clase política y hasta empresarial. Los mercados han reaccionado una y otra vez ante los movimientos de la ex Presidenta y en un contexto de altísima volatilidad financiera y monetaria, estimulada por la propia mala praxis del elenco gobernante, este año electoral, parecía ir inexorablemente hacia una segunda vuelta dirimida entre los dos grandes protagonistas.

Sin embargo, en los últimos dos meses, hubo enormes presiones del “establishment” (o “círculo rojo”, como le agrada llamarlos el encuestador ecuatoriano Durán Barba) para que Macri abandone el barco, deje su candidatura a María Eugenia Vidal (“Plan V”) y fortalezca la “pata peronista” de “Cambiemos”. Claro que dicha jugada es muy riesgosa porque puede nacer políticamente débil -recuérdese lo ocurrido con Angeloz en plena debacle alfonsinista- y porque deja huérfano el bastión de la Provincia de Buenos Aires, muy relevante para ganar la elección presidencial. Negándose a admitir su fin como partido nacional, los radicales, socios siempre imprevisibles y no muy leales, como quedó demostrado con la Alianza de De la Rúa y con el propio kirchnerismo (Cobos), esperan hasta su Convención, el 27 de mayo para definir si acompañarán a Macri “hasta el cementerio” o lo abandonarán para optar por un eje moderado (con socialistas y peronistas del interior).

Del otro lado, pendiente de sus potenciales juicios por corrupción y mirándose en el espejo de Lula, CFK tomó nota de todo y buscó no perder el centro de la escena, aunque tornándose pragmática y moderada, como en sus viejos tiempos (2007 y 2011). No era para menos: hace 8 años que pierde elecciones y a sabiendas que ni el peronismo de los gobernadores (mejor fiscal y electoralmente con Macri que con ella misma) ni el gobierno ni los medios tolerarían su regreso y le prepararían un “blitzkrieg” mortal, intentó reposicionarse.

Como una orfebre, fue tejiendo cada uno de sus pasos. Se impuso silencios largos, con los que subió en las encuestas, aprovechando la debacle de su”Otro” (Macri); tendió puentes con el Papa -vía Juan Grabois-; evitó humillaciones en las elecciones provinciales, bajando a sus candidatos; se reconcilió con viejos socios devenidos en enemigos como el Presidente de la Corte Suprema, Lorenzetti, el sindicalista camionero Hugo Moyano pero sobre todo con Alberto Fernández -viejo operador de Menem, Cavallo y Duhalde y ex Jefe de Gabinete de Néstor- y, luego de hacer un acto triunfal con la presentación de su libro en la Feria del Libro -a la que también antes defenestró-, volvió a cobijarse en el sello del PJ al que había despreciado cuando logró su histórico 54 % Para rematar su teleraña, hoy a las 9 de la mañana presentó y fundamentó en un video difundido en las redes sociales, su candidatura, pero a Vicepresidenta, del propio Alberto Fernández.Todo sea para volver al poder, con otro ropaje, con otros estilos, con otros ejecutores, con otros valores -aparentando magnanimidad y generosidad-, exhibiéndose hasta seductora de los sectores medios que ella misma cuestionó otrora a granel.

Alberto Fernández en la UNVM, abril de 2018.
Alberto Fernández en el programa de Roberto García en mayo de 2017.

En la vereda opuesta, Macri, que no sólo se equivocaba gobernando, sino que además, parecía imitarla con su último “no-plan económico”: precios esenciales”, actuaba como una fuerza centrífuga: ahuyentaba radicales, como Storani y Alfonsín (hijo) pero también operadores propios valiosos como Monzó y Massot -quien seguramente le tendió una trampa reciente en Córdoba-; se recostaba en laderos republicanistas pero confrontativos como “Lilita” Carrió y el círculo ultramacrista del Jefe de Gabinete, Marcos Peña e, insistía con sus peleas a lo Pugliese (1989), con los empresarios y comerciantes. Hasta parte de la “mesa chica” de “Cambiemos” le pudo haber solicitado “por lo bajo” que decline, valorando que pasará a la historia como el primer Presidente no peronista que termina su mandato desde 1928 y que su gobierno será recordado por el gran respeto de la libertades civiles, cuando pocos esperaban ese mérito de un Mandatario Ingeniero.

El martes 21, CFK irá a tribunales a afrontar su primer juicio oral, algo que estuvo en duda, ante las idas y venidas de la Corte Suprema, que pareció apostar a su triunfo. Si hace de ello, una nueva victimización que le reeditúe, habrá que esperar a verlo. Pero si continúa tejiendo a través de Fernández, para que en estas semanas previas a las PASO, en las que empezará a medir en las encuestas, medra en el seno de algunos gobernadores, atrae a Massa y otros peronistas no K y se torna amigable con poderes fácticos, pronto todo puede sonreírle más allá del adverso contexto judicial, incluso por qué no, invertir el sentido de la fórmula. Más allá de todo racionalismo, ya sea habiendo construido esta jugada, por impulso, para ocultar su propia debilidad -y temor por la embestida judicial- o, como prenda de futuras negociaciones con el resto del peronismo, con la posibilidad hasta de alterar el sentido de la fórmula, Cristina se comporta como una realista de pura cepa.

De todos modos y más allá de las analogías históricas (Cámpora-Solano Lima y Perón-Perón en 1973 y 1974, respectivamente), y sin aventurar interpretaciones machistas que me atraen en torno al peso moderador que ejercen los hombres en su entorno, CFK retomó la iniciativa: con un sólo y ágil movimiento de piezas, movió todo la totalidad del tablero político argentino. Advirtiendo su desgracia futura o, especulando con el discurso de la “unidad” licuando la estrategia de la Rosada, CFK le dejó a peronistas “racionales” como Schiaretti, Urtubey y Pichetto y al propio gobierno, la oportunidad tardía de hacer las próximas movidas.

Dependerá de ellos, asomar como más inteligentes e impedir que la ex “Primera Ciudadana”, sin figurar ya visible en primer término, les cope el centro para no llegar primera en la línea de largada de agosto porque resulta claro que en las próximas semanas, fanáticos y rivales, hablarán de ella.

Para Macri, en cambio, cuando la economía comenzaba a tranquilizarlo, estas novedades del bando contrario, no parecen dejarlo en paz, al descolocarlo. Dependiendo de la reacción de los mercados el lunes 20, pueden ser semanas aún más difíciles para un Presidente que prometió modernizar y cambiar al país y termina enredado en su propio laberinto y en un pasado que su archirrival quiere que se asemeje más a 2007 que a un futuro promisorio.


EL GIRO “OTOÑAL” DE MACRI

Todavía no encuentro las razones para explicar cómo y por qué superó el gobierno de “Cambiemos” la crisis cambiaria del año pasado, además del notorio aumento inflacionario y por ende, depreciación salarial, que derivaron de aquélla. La promesa de “cero emisión”, algunos cambios en las autoridades del BCRA, una política de flotación del dólar entre bandas y un mayor respaldo del FMI, anticipando préstamos, calmaron relativamente a los mercados, aunque a costa de un riesgo-país creciente -el más alto desde 2014-y mayor fuga de capitales. Ayudado mediáticamente por un G20 distractivo, el 2018 cerró “tranquilo” para Macri, con una tasa de interés por la nubes para frenar la compra de dólares, lo cual se tradujo en altísimas rentabilidades para los bancos, a costa del sector productivo. Tras un verano estabilizado por cierto y ligero “viento de cola” que llegó del “Norte”, volvieron las turbulencias a fines de marzo y abril, de la mano de un dólar que escaló hasta el límite máximo de la banda superior y una inflación del 4 y pico por ciento mensual, muy difícil de derribar. Nada de lo que hizo este gobierno supuestamente pro-mercado a lo largo de este último año de estallido, se tradujo en estabilidad monetaria ni cambiaria, seducción de capitales o, reducción sustancial de la inercia inflacionaria. Por el contrario, los argentinos estamos inmersos en una larga agonía que nadie tampoco entiende, hacia dónde conduce porque comunicacionalmente Macri tampoco con su liderazgo, transmite un sentido de su “no-política”.

Con este panorama, este otoño no podía dejar de tener impactos políticos. La imagen negativa de Macri creció y la paridad inicial en las encuestas con CFK empezó a vislumbrar la posibilidad de que la “Doctora” -en términos de Jorge Asís-,  gane en un eventual ballotage. Comenzaron los primeros indicios de fractura con los radicales en la coalición oficialista, que nunca lo fue de gobierno y sí electoral: Córdoba dio el insólito puntapié. Le siguió Mendoza, alentada desde la propia Casa Rosada. Los resultados provinciales no ayudaron. La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, San Juan, Entre Ríos fueron determinando resultados conservadores donde los oficialismos provinciales ganaron -en gran medida, gracias a la “montaña de recursos” que les aseguró este gobierno federal a partir de la resolución de la Corte Suprema de Justicia apenas ungido en el poder-, el kirchnerismo fue castigado pero los candidatos de “Cambiemos” lo fueron más, saliendo terceros en algunos territorios.

Dependiendo de una buena liquidación de la cosecha de granos en dólares, a Macri no le quedó otra alternativa que brindar una respuesta en materia de política pública. A los radicales, todavía influidos por economistas demasiado heterodoxos como Prat Gay y Lousteau, se les ocurrió una especie de “remake” del “Plan Primavera” de agosto de 1988. Previo “anclaje” del dólar por parte del BCRA, el ataque a la escalada de precios se tradujo en una dosis más de “kirchnerismo de buenos modales” -en términos de Espert-: un nuevo set de “precios cuidados” o congelamiento de precios incluyendo tarifas hasta el cambio de gobierno. A los más de 500 ya existentes, se pactaron otros 64 precios de alimentos -sin fruta alguna, ni pollo ni pescado, en un país de creciente obesidad-, con apenas 16 empresas de la COPAL, lo cual revela la enorme concentración sectorial que todavía tiene el país -hemos retrocedido respecto a los denostados noventa-. La respuesta de los mercados no se hizo esperar: más desconfianza, más fuga de capitales, mayor caída de bonos argentinos. La opinión pública tampoco se demoró: las primeras encuestas revelan el mayoritario apoyo popular a las medidas de paliativo, incluso entre los votantes K. 

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BRASIL-ARGENTINA Y EL LIMITE DEL COMPARATIVISMO

Brasil es una realidad muy cercana para mí. Desde pequeño, admiré -y envidié sanamente- su fútbol, conociendo el sur de su vasto territorio por primera vez junto a mis padres hce cuatro décadas exactas cuando tenía 15 años de edad y volví a veranear en él, en los últimos años, recorriéndolo hasta el norte y parte del centro. Ex compañeros de estudios y amigos personales como Marcelo Fretes, Mariano Sánchez, Javier Vadell -a quien tuve como mi propio profesor de Economía Internacional en el Doctorado de Relaciones Internacionales en la UNR en el año 2010- y Guillermo Raffo quienes han tenido o mantienen vínculos afectivos o laborales, incluso tres de ellos, de residencia con el país. El transcurso del tiempo me dio la posibilidad de publicar un capítulo de un libro, proyecto brasileño-español sobre la crisis política de 2015. La afinidad pero también rivalidad con Argentina -producto tal vez de una breve guerra en 1826-1827-, está siempre presente.

En los últimos días, Brasil vivió un comienzo de año de terror.  A fines de enero, el rompimiento de la barragem (represa) en la localidad de Brumadinho en el Estado de Minas Gerais, provocando 157 muertos y 165 desaparecidos con un daño ambiental posterior enorme y ya en febrero, un temporal con una lluvia abundante y duradera que azotó la ciudad de Rio de Janeiro, causando la muerte de 6 personas, fueron dos tragedias que enlutaron al país. Ayer, para agravar este panorama desgraciado en un año que se inició con un nuevo Presidente -internado hace semanas en un nosocomio en Sao Paulo, convalesciente tras la herida provocada durante la campaña electoral del año pasado-, se produjo un incendio pavoroso que mató a una decena de jóvenes promesas de 14, 15 y 16 años, jugadores del Club Flamengo, en las instalaciones del centro de entrenamiento de la entidad, en Ninho do Urubu, también en la capital carioca, donde vivían becados.

Los chicos (en portugués, meninos), aunque apadrinados por actuales y ex jugadores de fútbol profesional, eran atletas de base, que proviniendo de familias pobres de Sao Paulo, Minas Gerais pero también de lugares alejados de Brasil (del norte como Ceará o del sur, como Santa Catarina), dormían insólitamente en un container adaptado como habitación con literas, aunque la Prefeitura (Municipalidad) de Rio de Janeiro sólo la había autorizado como lugar apto para estacionamiento de vehículos. Hay que recordar que el Flamengo es el equipo más popular de Brasil, con más de 32 millones de simpatizantes en todo el país.

Tres acontecimientos muy diferentes, dos de ellos vinculados con el medio ambiente, otro, tal vez más azaroso, provocado por el desperfecto técnico de un aire acondicionado, pero que demuestran a las claras, que detrás de un país que es y se cree grande, llamado a desempeñar un papel importante en su continente y hasta en el mundo – recuérdese la pretensión del ex Presidente Lula -hoy preso en Curitiba-, de una banca estable para Brasil en el Consejo de Seguridad de la ONU como un sexto miembro-, existen debilidades o fragilidades evidentes que alejan al país de la concreción de semejantes ambiciones.

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UN G20 CON ALGUN ALIVIO ARGENTINO

Pasó el G20 por Argentina, más precisamente por Buenos Aires y está claro, que cobra una dimensión especial, ver juntos a los 20 Jefes de Estado que representan a dos tercios de la población mundial y el 85 % del PBI global. Tanta presencia internacional masiva no se veía en el país desde el Centenario (1910), cuando Argentina era digna de elogio en todo el mundo, recibiendo millones de inmigrantes y convirtiéndose en tierra de oportunidades y progreso.

Claro, muy diferente a ésta Argentina, que venía precedida de la incapacidad para organizar con éxito y en paz, un simple partido de fútbol y a pocas horas del inicio de la Cumbre, el asalto a plena luz del día, a John Kirton, un economista e investigador canadiense, experto en temas como el G20. El “anillo de seguridad” en torno a los lugares, edificios y hoteles, donde se moverían los primeros mandatarios, en la exclusiva zona del Barrio de Recoleta, el más bonito de Buenos Aires; el fuerte operativo con aporte militar extranjero; la interna policial resuelta entre la Nación y la CABA; más el pacto de no agresividad en las protestas anticumbre, con las organizaciones sociales vernáculas, finalmente, revertirían los malos pronósticos y todo se ejecutaría con un cierto orden y tranquilidad, ofreciendo una “cara lavada y hasta maquillada” de una, últimamente, muy degradada, Buenos Aires.

El evento revistió mucho de social y algo de político. El glamour lo aportó la gala del Teatro Colón -aunque descartando otras acciones culturales más clásicas-, más los paseos de la Primera Dama Awada con las esposas de los colegas de su esposo Macri y hubo hasta posibilidades de escapar del protocolo de algunos líderes. Dos ejemplos: el paseo de Macron comprando libros en la librería Yenny-El Ateneo y recibiendo las ovaciones de gente de a pie, que en Francia, extrañará seguramente cuando enfrente nuevamente a los “chalecos amarillos” y la salida nocturna del sábado de Angela Merkel, cenando en la Parrilla Don Julio, como si fuera una ciudadana más, disfrutando de la libertad civil que los alemanes del este, sus coterráneos, no conocían en la vieja RDA.

En este G20 -un lugar al que entró de casualidad-, la gran preocupación de Argentina, un país sin debate ni rumbo estratégico desde hace décadas, era la redacción consensuada del documento final. Aprovechando al máximo, la capacidad de nuestra nación -por hallarse en una situación geopolítica ideal, dada una serie de ventajas naturales-, para construir consensos globales, Macri ofició de facilitador y ése es el rol que le cabe oportunamente: un buen Jefe de Public Relations –no se le puede exigir otro papel-. Lo logró aunque no puede desdeñarse el arduo desempeño de una vasta gama de diplomáticos y funcionarios que trabajaron con aquel objetivo durante largos meses.

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ARGENTINOS DEVORADOS DESDE….MADRID

La vergüenza de la ineficiencia organizativa del Estado argentino y la especulación mezquina de la dirigencia de los dos más grande clubes de fútbol en nuestro país, condujeron a que el superclásico vernáculo se juegue en otras tierras ajenas. Paradójicamente y deshonrando la memoria de nuestros Libertadores sudamericanos, la Copa que lleva su nombre, se definirá en la capital del ex Imperio español, que nos sometió durante siglos: Madrid. Ciudad donde efectivamente vive la mayor comunidad de argentinos (100.000 censados) en el exterior, pero que seguramente fue elegida en función del negocio multimillonario que arrastra el deporte del balompié y no precisamente priorizando la pasión identitaria.

Porque hay que decirlo: Argentina, que este fin de semana, albergará a 19 Jefes de Estado importantes del mundo bajo la Cumbre del G20, acaba de abdicar la responsabilidad de organizar un simple partido de fútbol, sin participación de los hinchas visitantes. Ahora Madrid, recibirá a miles de hinchas de ambos clubes, residentes en la ciudad pero también a turistas visitantes y será una incógnita cuántos simpatizantes auténticos y cuántos barrabravas -los mismos que protagonizan la violencia con la complicidad de policías, dirigentes y políticos-, concurrirán al magno evento. Dependerá de la organización compleja que demandará este segundo partido, pero como lo afirmara el Presidente de la CONMEBOL, el paraguayo Alejandro Domínguez, en gran medida, la afluencia o no de los insociables y violentos, será responsabilidad de los dirigentes de ambos clubes y sus allegados.

Amargado porque el Estadio Bernabéu reemplazará al Monumental de Núñez, como escenario y si persistimos en el vicio, “El Chiringuito de Jugones”, un programa deportivo de la TV española, pronto reemplazará cualquier programa deportivo de nuestro país, van aquí las fotos de esa ciudad europea hermosa, que seguramente nos mostrará todo lo ordenados y respetuosos que debiéramos ser y que, en definitiva, no podemos lograrlo por nuestra propia impericia, aunque los argentinos nos creamos “los mejores del mundo”. Pasamos a convertirnos una vez más, en el hazmerreír global, porque ni siquiera sabemos disfrutar de un sencillo espectáculo deportivo.

Pero el objetivo de este post no es discurrir sobre la situación delicada y vergonzosa que condujo el Boca-River o River-Boca a la capital española, sino mostrarles precisamente a Madrid, la que tuve la fortuna de conocer en junio de 2010.

Aclaro que la Madrid que vi, era veraniega, pero la sede de la superfinal será invernal.

Como es un país verticalista, monárquico y ultracatólico, empecemos a recorrer Madrid desde el Palacio Real y la Plaza de la Armería, junto a la Catedral de Santa María la Real de la Almudena. Atrás de ellos, corre el Río Manzanares.

La misma zona pero un día de Corpus Christi, porque realmente, Madrid te hace sentir en todo momento que fue la capital del Imperio español de la Inquisición y la Contrarreforma. Seguramente, el único lugar del mundo donde había pancartas y fotos del ultramontano Papa Benedicto XVI (Cardenal Ratzinger), con flores ornamentando el paso de la interminable procesión, la enésima del año calendario. Uno de los pocos, si no, el único país de Europa, donde los chicos y las chicas siguen comulgando, munidos de rigurosa vestimenta formal alusiva. Porque así como entiendo que España haya por fin, dado luz a una agrupación como PODEMOS, que parece de centroderecha al lado de lo existente en América Latina, también es muy comprensible que haya surgido VOX, un partido filofranquista y nacionalista recalcitrante, que hará sonrojar a los pro-Bolsonaro vernáculos.

Una de las Avenidas emblemáticas de Madrid: la Gran Vía.

Alrededores, siempre con presencia turística.

El hermoso Parque del Retiro, donde también se destaca la presencia de visitantes latinoamericanos y musulmanes.

Caminando por los barrios céntricos y sus callejuelas, añorando a Joaquín Sabina. De los bares tradicionales, ni hablar, ideales para “tapeos” vespertinos.

La alusión al único intento extranjerizante por dominar desde la Europa revolucionaria a España y al personaje que eligió Napoleón para hacerlo de manera humillante, en el inicio del siglo XIX, permanece en el recuerdo español con sorna: José Bonaparte, un alcohólico empedernido, al que le llamaban “Pepe Botella”.

La famosa Plaza Mayor de Madrid, a pocos metros de la Plaza de la Puerta del Sol, lugar emblemático de encuentros.

Madrid también tiene lugar para lo moderno, aunque en su justa proporción.

La tristemente célebre Estación Ferroviaria de Atocha. Recordemos allí, el atentado terrorista del 11 de marzo de 2004.

Estación subterránea de buses Méndez Alvaro. Un espléndido diseño urbano.

La gran movida cultural de la que goza Madrid, en parte, pasa por el Museo del Prado y por supuesto, la figura de Francisco de Goya está omnipresente allí, junto a tantos otros pintores españoles de la “Edad de Oro”.

Messi y los “galácticos” del Real Madrid no podían estar ausentes de los souvenirs, ya hace 8 años atrás.

Algunas fotos más de la bella Madrid, pero de mi viaje de setiembre de 2011.

No sólo hay gaiteros escoceces sino hasta una parrilla argentina?

Lo único que espero que los hooligans vernáculos no la estropeen a esta especie de “Buenos Aires europea”, ordenada, limpia, nada ruidosa y sin vagabundos o mendigos durmiendo en las calles.

Madrid, España. De allí muchos vinieron. Hacia allá volvemos.

Una lástima que el “Martín Fierro” de José Hernández haya tenido razón con su famosa frase, reflejando su llamada “ley primera”:  “cuando los hermanos se pelean, los devoran desde afuera”.

EZEQUIEL GALLO, ADAM FERGUSON Y EL DEBATE ALBERDI-SARMIENTO

Subís a un taxista y se queja en la ciudad argentina en la que estés, que los habitantes locales manejan de manera pésima, ignorando la prioridad de paso por la mano derecha. Para qué abundar de ejemplos de padres o madres que circulan llevando a sus hijitos en moto, con el casco en la mano, para -eventualmente- colocárselo apenas divisen la figura de un agente de tránsito. Se ha generalizado la toma de calles y rutas, por parte de grupos minúsculos, que protestan por las más variadas razones, violando los derechos de terceros, con total impunidad, sin tener en cuenta que existe un orden social, donde es legítimo peticionar a las autoridades pero a través de las instituciones que ellos mismos votan. Desde hace tiempo, son comunes los ataques de padres a los maestros y profesores por retar o evaluar negativamente a sus hijos, alumnos mediocres, cada vez más desinteresados en estudiar o prestar atención en clase. En las encuestas de opinión pública, esta sociedad anómica exhibe y legitima un total desapego al esfuerzo, la ética del trabajo como válido para alcanzar el progreso individual y colectivo, creyendo que existe el atajo -cualquiera sea-, para tener éxito en la vida.

Llama la atención que Argentina plantee este escenario cuando a principios del siglo XX, se erigía en una país de enorme futuro, con una autoestima muy elevada y siendo por demás de atractivo para los muchos inmigrantes que la poblaron, proviniendo de los más lejanos lugares del mundo. Educativamente, asegurando una cierta igualdad de derechos,  la elite que la gobernó, con una lógica muy clara de proyecto de país, permitió que masas enteras de italianos, españoles, judíos, musulmanes, croatas, alemanes, rusos, etc. se formaran y al mismo tiempo, progresaran individualmente. La pregunta que surge al instante por qué ese proyecto fracasó, autocuestionado por los hijos de la propia elite, que con culpa, empezó a criticar los mismos cimientos de aquel orden, su mayor o menor justicia, su legitimidad, su grado de cobertura. Como alguna vez mencionara Mariano Grondona, aquella aristocracia se fue al campo y “cerró la tranquera”, recluyéndose en su vida privada y absteniéndose ya de participar en los asuntos públicos del país. Siguiendo la lógica advertencia burkiana, tal abdicación dejó el país en manos de los conservadores más mediocres, los radicales ya no tan éticos, Perón y los militares y así, el daño, fue enorme. Pero no era cuestión de intérpretes o ejecutores: sí lo era de ideas. Las ideas condujeron al país al resultado de decadencia que hoy vemos.

Hablando de ideas, quien mejor me explicitó en esta vida, el recorrido histórico de esta decadencia, dónde empezó y cómo se gestó, fue el gran historiador argentino Ezequiel Gallo, quien falleciera hace algunos meses atrás. Aunque de familia radical antipersonalista y antiperonista, Gallo, en clave muy diferente, por ejemplo, de un Fernando Iglesias,  no hacía hincapié en Perón, el peronismo o los golpes militares, como el o los gérmenes del ciclo autodestructivo argentino, sino en la propia elite que la condujo a su rotundo pero breve éxito y para ello, indagó en el mismísimo epicentro de aquel ciclo largo de bonanza y progreso, el mismo donde vivimos hoy: la “Pampa Gringa”. En términos de ideas, este gran pensador forjado en la tradición ilustrada escocesa, de Adam Ferguson y otros, en el siglo XVIII, ubicaba el debate -muchas veces ignorado- por los gigantescos ideólogos del modelo agroexportador y “generación del ochenta”: el tucumano Juan Bautista Alberdi y el sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento.

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FUTBOL “CHAMPAGNE” PERO CON SABOR ARGENTINO

En vísperas de la finalísima inédita de Boca Juniors versus River Plate para ganar la Copa Libertadores Edición 2018 y disputar la cumbre del fútbol mundial con Real Madrid en diciembre próximo, me parece apropiado rendirle homenaje al balompié argentino, sobre todo a equipos de un pasado tan victorioso como vistoso.

Fútbol exquisito, atildado, bien jugado, concierto de gambeta, atrevemiento, viveza, punzante. Es cierto, sin demasiada preocupación por la marca y hasta sin velocidad física. El axioma era llegar al arco rival pero jugando, tocando, hasta con paredes dobles. El estilo jamás se traicionaba. No era tan importante defender como atacar, pero aún así, se trataba de equipos con excelentes arquero y defensores. Tal vez, César Luis Menotti, quien acaba de cumplir los 80 años, haya inaugurado esa era, que lograría su cumbre con el campeonato mundial logrado por la Selección Argentina en 1978 y el Mundial Juvenil en 1979. Fueron años gloriosos, que llevaron al país, aún con su caos económico y político, al sitial donde lo terminaran disfrutando Maradona, Kempes y Ramón Díaz, entre otros -hoy, Messi-.

Pero era otro el contexto, muy diferente del actual. Los conocíamos a través de la radio y bastante poco a través de la TV o yendo a sus partidos, pero uno memorizaba los equipos, los titulares eran siempre los mismos y los jugadores tenían un elevado sentido de pertenencia: nacían y se retiraban en sus clubes. Esto permite que muchos de aquellos ídolos históricos sean recordados en vida, inaugurando peñas en el interior del país, siendo reconocidos en los estadios o en las banderas de los hinchas. Es el otro costado del hincha argentino, tan vilipendiado en los medios y hasta la Sociología. Es exigente porque mamó de este fútbol champagne, mucho antes de que llegaran los Platini, Giresse, Zidane, Baggio, Hagi, Laudrup, CR7, Del Piero, Pirlo y tantas otras figuras europeas, para no hablar del rico Brasil.

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CORRUPCION ARGENTINA: AUN NO SE GANO LA GUERRA

Desde hace 15 días, con la sombra del “caso Odebrecht” sobre Argentina -el único país latinoamericano donde no hay ningún siquiera procesado hasta ahora-, se ha destapado un verdadero entramado gigantesco de corrupción, a partir del descubrimiento de cuadernos en los que metódicamente anotaba el chofer de uno de los funcionarios implicados en la densa red oscura que involucra a ex secretarios de Obras Públicas y sobre todo, empresarios del club o cartel de la construcción, terminando seguramente en políticos que se financiaban con tales sobornos. Los montos exceden largamente el cuoteo español, por ejemplo, el mismo que depositó a Florentino Pérez, el Presidente del Real Madrid, a partir de sus controvertidos contratos o licitaciones en la Europa Oriental postcomunista: mientras allá, no pasan del 5 %, aquí en las ex colonias del Virreinato del Río de la Plata, van entre el 10 al 15 % de las obras, algunas de las cuales, ni siquiera se terminaron.

Antes del descubrimiento de “los cuadernos de Centeno” y de la masiva confesión de empresarios con el incentivo judicial del arrepentimiento, el ex Vicepresidente de CFK, Amado Boudou (ex UPAU) fue condenado a 5 años de prisión por el caso Ciccone (licitación espúrea de una imprenta para la Casa de la Moneda). Hay que recordar que un mediocre pero leal como Boudou fue nombrado como segundo de Cristina, anecdóticamente, de una manera peculiar: cuando “le iban a poner una inyección en la cola”, la enfermera le preguntó quién iba a ser su acompañante en la fórmula que ganaría con el 54 % de los votos en 2011, tras la muerte de su marido Néstor Kirchner en 2010 y la “traición” del radical Julio Cleto Cobos en agosto de 2008, a raiz de la crisis con el campo. CFK eligió así a su acompañante, de quien se sospecha, tenía otros vínculos personales con la ex Presidenta, hoy no procesada porque cuenta con fueros en el Senado. Hay que pensar y repensar una y otra vez que de allí venimos los argentinos: de ese mar de desparpajo, impunidad, silencio cómplice y votos de millones para con un régimen tan falaz y faccioso como los peores que tuvimos antes. Fueron algunos políticos (mujeres) como Elisa Carrió, Mariana Zuvic y Graciela Ocaña, en total soledad, algún ex Ministro como Roberto Lavagna y sobre todo, periodistas  de los diarios La Nación y Clarín sí, los denunciados por el propio kirchnerismo en una suerte de conspiración mediática de poderes concentrados-, como Hugo Alconada Mon, Diego Cabot, Nicolás Wiñazki, los que se animaron a desentrañar toda la trama de saqueo a las arcas fiscales argentinas, comparables a las peores de Africa. Sin embargo, fueron de nuevo las mujeres, en este caso, las esposas o ex amantes despechadas, las que ahora confesaron a esos mismos cronistas, la existencia de cuadernos donde se anotaba con lujo de detalles toda la maquinaria del robo.

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EL MORUMBI NO TE MATO, COLON!!!

Fue una hazaña. Pero tal como lo planteó de manera realista e inteligente, conciente de nuestras limitaciones, Eduardo Domínguez -se nota el sello de su yerno Carlos Bianchi-, el libreto para neutralizar a un Sao Paulo (SPFC) más peligroso, se cumplió a la perfección por la enorme concentración y disciplina de los jugadores “sabaleros” -Colón fue astuto hasta en algunas jugadas puntuales como el choque entre el capitán Guillermo Ortiz y Diego Souza-.

Podíamos ir ganando ya en el primer tiempo, con la gran oportunidad que desperdició debajo del arco, el debutante Erik Godoy, pero luego en el segundo, la cancha se inclinó hacia el lado paulista y sufrimos algunos revolcones y hasta el travesaño lo salvó a Burián de una indecisión propia en plena área chica. Después, el zapatazo de Fritzler que se desvió en la espalda de Hudson, “abrió el placard” para que ya ningún tricolor pudiera empatar hasta el final. Así se consumió la victoria más importante en la historia de Colón de Santa Fe, equiparable o incluso superior a la lograda con el Santos de Pelé, terminando con dos invictos: el reciente de 11 partidos del Sao Paulo del uruguayo  Diego Aguirre en el Morumbí (35.000 torcedores contra 5.000 santafesinos) y el más lejano, de 30 contra equipos argentinos que nunca le ganaron en cancha (sí por penales). El 16 vendrá la revancha pero esta alegría será recordada para siempre por el pueblo colonista.

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MI GRAN PASION FUTBOLERA: COLON DE SANTA FE (II)

Jueves 2 de agosto de 2018. Otra fecha invernal histórica para mi Colón de Santa Fe. Así como junio (26) es el mes de recuerdo del hincha “sabalero” yendo en masa al Estadio Mundialista Chateau Carreras (hoy Mario Kempes) de la ciudad de Córdoba, para ver una final de ascenso y julio (29), el recordatorio del triunfo que lo depositaría 1995, en Primera División luego de 14 años de ausencia, esta jornada del octavo mes del año será rememorada como la noche en la que el club que alguna vez venció al Santos de Pelé, jugó por primera vez en su gloriosa historia, en un estadio brasileño como el majestuoso Morumbí (80.000 butacas) contra el gran campeón histórico del país hermano, Sao Paulo. Lo hace en un contexto de algo más de dos décadas donde Colón llegó por fin a lo primeros planos internacionales, tras haber sido dos veces subcampeón a nivel nacional y codearse siempre entre los 5 a 10 primeros de Argentina, durante varios años.

En efecto, a partir de 1995, Colón viviría otra era en la Primera A, la que a su vez, pasó a ser otra categoría, con el debut de los tres puntos en juego, los torneos desdoblados según el calendario europeo y la televisación en directo, entre otras novedades, lo cual hizo que mi presencia en la cancha mermara para reemplazarla por el diván. Colón viviría una hermosa fase de expansión: subcampeones en 1997 y 2000 y clasificaciones a 6 Copas continentales.

Se trata de años hermosos, gloriosos, llevando a la hinchada sabalera a Asunción de Paraguay, Santiago de Chile, Lima en Perú, Barinas en Venezuela y ahora, Sao Paulo en Brasil.  A pesar de no haber conquistado aún campeonatos, su gran desafío pendiente como club dedicado al fútbol, Colón se ha convertido en el número 1 en la Provincia de Santa Fe, superando a los otros tres clubes, dos de ellos, ambos de Rosario, habituados a ser campeones entre los años setenta a noventa. Como si esto fuera poco, Colón ha pasado a tener fama nacional: ya no con el gran campeón mundial de boxeo Carlos Monzón que moriría en un accidente en 1995 pero sí el grupo de cumbia Los Palmeras, el boxeador “Chino” Maidana, el peluquero Roberto Piazza, el relator deportivo Alejandro Fantino y el humorista “Dady” Brieva, entre otros, le dieron al club, una visibilidad mediática que impactó como nunca antes, mucho más allá de las casi pueblerinas fronteras de Santa Fe.

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