DE FESTEJOS, “GARCAS” E INCOMPETENTES

El pueblo argentino vive hoy uno de los días más felices de toda su historia. Unas 5 millones de personas, más del 10 % de la población pudo disfrutar -a medias- el regreso y paseo -con la Copa del Mundo ganada el domingo en Qatar-, de parte de todo el equipo subido a un bus, en caravana desde Ezeiza. Júbilo desbordante, canciones futboleras entonadas a lo largo de los trayectos pero también un desorden generalizado, debido a las múltiples versiones respecto a los lugares por donde pasaría el equipo de héroes.

Es que claro, esa pasión y alegría tan comunes por estas tierras, ciertamente admiradas en otras latitudes aunque no seamos concientes de ello, debió convivir con una actitud muy deleznable, de parte de no poca parte de nuestra clase dirigente.

Por un lado, en su mayoría opositores, que especulaban incluso con una nueva frustración deportiva del equipo para caerle encima mediática y moralmente al gobierno, criticando la decisión de éste de fijar un nuevo feriado para que todos puedan disfrutar de los festejos. Por el otro, las propias autoridades que demostraron una enorme incompetencia para organizar con cierta racionalidad el acto festivo.

Ya en la madrugada, en el corto recorrido del Aeropuerto Internacional al predio de la AFA, los propios jugadores estuvieron al borde de una tragedia por pasar debajo de unos cables y ahora por la tarde, un par de hinchas se arrojaron desde un puente al micro del seleccionado, cayendo uno de ellos al vacío.

Por especulación o ineficacia, se terminó así con una celebración que debía ser digna de un pueblo con una carga emocional gigantesca pero que lamentablemente vota inútiles o insensibles para que lo gobiernen y he aquí las consecuencias.

Las fotos de un día épico, otro más en nuestras vidas, como argentinos, que demuestran que “el amor con amor” se paga.

EL DIA QUE LA F1 NOS HIZO EMOCIONAR

Desde 2018 que la F1 no nos daba espectáculos más o menos dignos. El dominio de Mercedes Benz y Lewsi Hamilton era abrumador y Ferrari se hunde en el fondo. Salvo el holandés Max Verstappen, nadie les daba pelea. Hoy en una Monza semivacía, con Vettel más filántropo que piloto, regalando sus ingresos para financiar a 200 médicos y paramédicos del Servicio de Salud del Ejército italiano, homenajeados por su encomiable labor en la lucha contra la pandemia, ganó por primera vez el francés Pierre Gasly, en un AlphaTauri (ex Toro Rosso), una marca del final del pelotón, que no triunfaba desde 2008, también con Vettel.

La carrera fue tremenda porque tras el accidente de Leclerc, Hamilton fue sancionado con 10 segundos por lo que quedó fuera de competencia por el primer lugar ya a la mitad. Eso facilitó una pelea más pareja entre Gasly, Bottas y los Mc Laren de Sainz (hijo) y Norris, con un buen tercer lugar a cargo del canadiense Stroll. El español también ilusionó a todos en la Península Ibérica con su primer triunfo pero tuvo que contentarse con el segundo lugar, llegando a pocos metros de Gasly, en un Mc Laren que no gana desde 2012.

Así, la F1 nos regaló hoy, una mañana (o tarde) de grandes emociones, con un podio joven que anticipa recambio de pilotos, donde por fin, se volvió a escuchar la Marsellesa, luego de muchos años sin un francés ganador y donde se despidió el equipo Williams, una empresa familiar donde Claire, sustituyó a su padre Frank, hacedor de tantos éxitos, campeones y subcampeones, como nuestro “Lole” Reutemann. Ojalá se repita más a menudo hasta el fin de este año tan anormal por el Covid19.