LECCIONES DE LA GUERRA UCRANIANA PARA ABYA YALA (“TIERRA VIVA”)

El interés por la guerra en Ucrania, ya no tiene fronteras. Desde nuestra hermana latinoamericana, Guatemala, Ollantay Itzamná de la CODECA, me entrevistó el sábado 5 de marzo pasado por la mañana. Asistieron dirigentes sociales de México, El Salvador, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, etc.

UNA MATERNIDAD DEMASIADO OSCURA

No puede ser definida más que en esos términos la mirada que nos ofrece la actriz y flamante directora neoyorkina Maggie Gyllenhaal – a quien conocimos protagonizando a una ninfómana en “La secretaria” (2002)-, en su película “The lost daughter” (“La hija perdida”). Conocido en Netflix con el título de “La hija más oscura”, este film representa la deconstrucción de la maternidad testimoniada de manera directa por una profesora universitaria burguesa, cercana a la mitad de su vida, con 2 hijas de más de 2 décadas.

Olivia Colman, Maggie Gyllenhaal y Dakota Johnson

La protagonista de la historia, a cargo de la genial actriz británica Olivia Colman, a quien ya habíamos visto en “La favorita” (2018), se va de vacaciones a la paradisíaca costa griega y allí, a partir de su experiencia con una familia numerosa que llega al lugar, sobre todo, con una madre joven y su niña, empieza a remorderse con sus sentimientos, recordando su propio pasado en ese rol. La sensación que transmite su sentido de la maternidad, es tortuosa, atormentada, totalmente perturbadora, con infantes histéricos a quienes no puede acariciar ni gerenciar, con un marido tan intelectual como ella que tampoco colabora demasiado en el cuidado de las niñas hasta que aparece el típico amante, otro profesor a quien admiraba.

Toda la deconstrucción propia, en abierto contraste con la familia que comparte sus vacaciones, es típica de una mirada feminista radical, donde no se entiende que la madre puede tener también momentos placenteros con los niños, sin caer necesariamente presa del hartazgo. Parece ausente la imagen del hombre, en su papel de colaborador en el cuidado o, en el caso de la familia turista, sólo ideado como mafioso, machista o mentiroso, excepto el papel de Lyle (un veterano Ed Harris), el cuidador de la casa de descanso de la protagonista.

Con un final poco claro, algo contradictorio con el resto del guión tan pesimista y lúgubre sobre la maternidad, el film, creo, aporta una óptica alternativa, que se precia de realista, bienvenida si es que, algunas mujeres -y hombres- creen todavía hoy, que la mujer debe ser una Penélope que sólo trae hijos al mundo y siempre debe estar angelical y rozagante, al servicio de su “macho”. Pero al mismo tiempo, corre el riesgo de quitarle a la maternidad, ese carácter hermoso, ese vínculo tan especial entre madres jóvenes y niños felices, con sus caritas de inocentes, de seres libres, cuyos “berrinches” son también parte de la vida. De esa libertad “natural” que tantos pensadores a lo largo de los siglos rescataron y que, luego, a medida que el ser humano evoluciona, será acorralada por la vida en sociedad.

El realismo de la maternidad que intenta ofrecer la película, de ningún modo, merece opacar ese otro mundo, el de las miradas de complicidad mutua, el carácter lúdico de las relaciones, la satisfacción de los caprichos, la organización especial de los cumpleaños infantiles, la calidez de los mimos, los cuentos de las “buenas noches”, donde el hijo o la hija echan su imaginación a volar, de la mano de su madre -o padre-.

Por todo ello, “no todo es histeria, Maggie, no todo es agobio”. Hay tiempo para otras bellezas -y disfrutes- en la maternidad, sin que ello perturbe u obstaculice las posibilidades de autorrealización profesional de la mujer.

SOBRE RUSIA Y UCRANIA

Invitados por la Fundación Internacional Bases y su Presidente, Federico Fernández, compartimos un panel con Lars-André Richter, Director de la Fundación Naumann en Argentina, acerca de las presentes graves tensiones entre Ucrania y la Federación Rusa. Richter brindó el punto de vista alemán sobre el conflicto mientras quien suscribe, expuso el ruso.

SOBRE RUSIA

Fabián Cruz, de Radio Antorchas, me hizo recientemente este reportaje informal y ameno sobre la Rusia postsoviética reciente, sobre todo, en la era Putin.

Muchas gracias Fabián.

“NO MIREN ARRIBA”

Más de cinco décadas y media. He sido testigo del desmoronamiento de un Imperio que pergeñó una idea de humanidad diferente, con uan sociedad extremadamente igualitaria. He sido testigo de cómo un joven alemán en una avioneta llegó al corazón mismo de dicho Imperio, del cual se creía era invencible, desafiando todos los radares y controles sofisticados. He sido testigo más de una vez, de predicciones que fallaron, de cálculos o estimaciones mal formuladas, de actitudes soberbias que terminaron en verdaderos fiascos para sus protagonistas. Armando Ribas dijo alguna vez que quien se cree inteligente, es genuinamente estúpido. Pero la naturaleza humana, como solían reiterar los Ilustrados Escoceses, ha dado muchos ejemplos de estupideces, sobre todo, cuando se sobreestima la racionalidad.

Vivimos una época diferente a la de hace 3 décadas atrás, la de la posverdad. La gente se enamora de conspiraciones sin sentido, desconfía de todo aquello en lo que sí lo hacía hasta hace poco, tiende a creer en supercherías postmodernas, en recetas fáciles, en lugares comunes, divulgadas por comunicadores “sofistas”. La manipulación está a la orden del día. La película “Red lights” “(“Luces rojas” -2012-), algo de eso, ya nos advertía hace unos años.

Por eso, “Don’t look up”, estrenada vía Netflix el 10 de diciembre pasado, con un elenco multiestelar, una saludable bocanada de aire fresco a esta época de fake news y tanta polarización, a propósito de la pandemia de Covid-19. Superada la novedad (verdad) por parte de dos astrónomos de “medio pelo”, uno veterano y otra doctoranda, la reacción fue la incredulidad y el entretenimiento de la gente seguida de la manipulación y el oportunismo de una política y un empresario ligado a ella. Una vez que los “errores” de éstos -ya en fuga-, el estupor y el miedo colectivos. Tarde o temprano, la verdad se impone pero sus consecuencias serán catastróficas.

La película es lamentablemente para los estudiosos o científicos, una cachetada a sus saberes específicos, diluidos en la marea de la ignorancia, la mediatización y el reino de la imagen. Por eso vale la pena verla: para recordarnos cuan estúpidos solemos ser los seres humanos.

BANDAS BRITANICAS QUE RESISTEN EL OLVIDO

No hay mejor manera que empezar un nuevo año con música. Recordando la de muy buen calibre, como la de las bandas de pop británico de los años ochenta.

Obviamente, las hay muy célebres y en una lista interminable, podríamos citar a Queen, U2, Genesis, Fleetwood Mac, The Police, The Alan Parsons Project, The Electric Light Orchestra, The Pretenders, Duran Duran, Eurythmics, Dire Straits, Def Lepard, Supertramp y tantas otras bandas, que aquí mismo hemos recordado en algún momento. Pero al calor de la década thatcherista, de enormes convulsiones y consecuencias socioeconómicas en el Reino Unido -y en el mundo-, también crecieron grupos tal vez menos conocidos pero de alto impacto artistico por algunos temas musicales tremendamente exitosos.

Allá por aquellos tiempos, nacieron y brillaron grupos de jóvenes como Tears for Fears, The Cure, Simple Minds, Big Country, Spandau Ballet, Level 42 y The Outfield, entre otros.

Fueron todos jóvenes por aquel entonces, que nacieron a fines de los cincuenta o principios de los sesenta, que pudieron crecer influidos por los legendarios The Beatles y Rolling Stones, haciendo gala de un virtuosismo inigualable, generando hits que impactaron en los grandes mercados de la música.

En 1981, nació por ejemplo, Tears for Fears, fundada por Roland Orzábal y Curt Smith, en Bath, Somerset (Reino Unido). Sus letras (muy originales, por cierto) tienen relación con problemas de la humanidad y diferentes trastornos psicosociales. Su álbum debut llamado “The Hurting” en 1983, contiene canciones muy famosas que han estado siempre en los primeros lugares de los charts occidentales.

Uno de los dos miembros del dúo, Orzábal, tiene cierta ligazón con Argentina. Al igual que él, su madre era británica pero su padre era francés de ascendencia argentina y española. De hecho, su abuelo era argentino según él mismo manifestara en un concierto en Buenos Aires. En efecto, era nieto de Arturo Orzábal de la Quintana, Doctor en Ciencia Política e intelectual, bisnieto del general Arturo Orzábal Guardó y de la cordobesa Benjamina de la Quintana Alcorta, importante familia del interior de la Provincia de Córdoba.

The Cure, como banda de rock, tuvo su origen en Crawley (Inglaterra), en 1976. El vocalista Robert Smith, el bajista Simon Gallup, el guitarrista Porl Thompson, el baterista Boris Williams y los tecladistas Roger O’Donnell y Laurence Tolhurst, eran sus miembros iniciales, que por sus apariencias, le dieron un toque gótico al grupo. Filósofos existencialistas y lugubres como Camus y Sartre influyeron en las letras que atrajeron a Smith, un chico que sin embargo, se había criado en un hogar feliz y de cierta holgura económica. La banda argentina Soda Stereo reconoció la influencia musical de The Cure.

Simple Minds es una banda escocesa, nacida en Glasgow en 1977. La fundaron Jim Kerr (cantante) y Charlie Burchill (guitarrista) mientras los demás miembros fueron cambiando a lo largo del tiempo. La canción “Don’t You (Forget About Me)”, en 1985, los catapultó a la fama mundial. Han vendido 60 millones de discos a lo largo de su trayectoria artística.

También de Escocia, procede Big Country. Fue fundada en 1981, por Stuart Adamson en los roles vocales y de guitarra, acompañado por  los guitarristas Bruce Watson y Clive Parker, el bajista Tony Butler y Mark Brzezicki en la batería. Su álbum “The Crossing” (1983) fue el más exitoso y la banda siguió activa a pesar del suicidio de su líder Adamson en 2001.

Fruto de la unión de los hermanos Kemp -Gary (guitarrista y compositor) y Martin (bajista)- con John Keeble (baterista), Steve Norman (saxofonista) y Tony Hadley (cantante), nació Spandau Ballet. Más emparentada con el “New Romantic” -a lo Duran Duran-, el nombre de esta banda londinense es bastante controversial porque se referiría a la tristemente célebre prisión de los jerarcas nazis en Berlín Occidental, bajo custodia británica luego de la II Guerra Mundial.  Pero según parece, el new wave los atrajo un momento efímero de sus vidas ya que los Kemp decidieron pasarse a la actuación televisiva y teatral.

De estilo jazz-funk-pop, Level 42 nació en la Isla de Wight (Reino Unido), fundada por Mark King, Mike Lindup y los hermanos Gould (Boon y Philip) en 1979. Colaboraría con ellos, una especie de quinto miembro de la banda, Wally Badarou, como tecladista.

The Outfield creció en la década del ochenta, con Tony Lewis (cantante y bajista), John Spinks (guitarrista) y Alan Jackman (baterista). El gran éxito de dicha banda fue el álbum “Play Deep” aunque ya a inicios de los noventa, la estrella del grupo empezó a decaer. Spinks falleció en 2014 y Lewis, afectado por la muerte del primero, dejó esta vida en 2020.

SOBRE LA CUMBRE VIRTUAL BIDEN-PUTIN

Esta es la entrevista que me hiciera la periodista Ana María Serrano, para la TV colombiana (Cablenoticias), en la noche del miércoles 8 de diciembre. Tema central: el encuentro virtual entre los Presidentes de Estados Unidos y Rusia, Joe Biden y Vladimir Putin, respectivamente, por las tensiones entre la OTAN y rusos a propósito de Ucrania.

DALE CAMPEON!!!

Resonó más que nunca y como lo habíamos soñado muchas veces. Pero además de la presión enorme de la hinchada, en un día especial por partida triple (de la Madre, de la Lealtad Peronista y mi cumpleaños), resonó ese grito de guerra para tirarle toda la “chapa” encima a un Talleres que venía agrandado y hasta subestimando a Colón -reservando tres titulares para el cotejo del jueves con River en Córdoba-.

Robando cámara en “Paso a Paso” (TyC Sports)

En fin, fue una jornada hermosa de sol -como siempre un 17/10- y otra vez, como tantas, la lealtad del pueblo “sabalero” fue pagada con creces, por este equipo campeón. Ojalá pueda seguir así en las fechas restantes hasta el final del torneo, porque ese título fija la vara ahora muy elevada -para propios y extraños-.

Llegando temprano al Estadio Brigadier López

Entrando al Estadio

Una panorámica de un Estadio bastante lleno

El festejo posterior con el tradicional liso santafesino

ADELE, OTRA VEZ AL RUEDO

Hace unas 3 o 4 décadas, una separación (y mudanza) era una especie de velorio personal -adulto- y así lo reflejaba ABBA por ejemplo, en “One of Us” o “The Winner takes it all”.
Hoy -o ayer- esta cantante británica -americanizada-, de excelente voz, pero letras no tan convincentes, refleja el hecho en términos de lamento y fragilidad cuasi adolescente.
Pero me pregunto, a los 33 años se sigue considerando una niña? Como suele afirmar Clint Eastwood, cabe hablar de una “generación de cristal”?
En fin, estamos presenciando cambios generacionales de gran magnitud y formas de ver la vida, muy singulares.

O seré yo el ingenuo y existen más de 170 millones de razones “verdes” para actuar y expresarlo de esa forma artística?