Se trata de un plato tradicional ruso, tremendamente nutritivo. Acompaña la vida del ciudadano ruso promedio, tanto desde su niñez y bautismo pasando por su adultez y fiestas religiosas hasta su vejez. Sin embargo, ha evolucionado, mutando a lo largo de la historia.
La каша (en alfabeto ruso o cirílico), es un plato cocinado a base de grano (avena, trigo sarraceno, cebada y centeno) cuya receta, con algunas variaciones, es o ha sido común a diferentes pueblos (arios e hindúes). Inicialmente este plato se hacía de grano triturado, de donde proviene su nombre ruso, con origen en el término antiguo sánscrito “krash”, o sea, “triturar”. Inicialmente, lo comían los pobres pero luego se extendió a toda la población, incluso se dice que la kasha de cebada era el plato preferido del Zar Pedro El Grande.
La kasha puede prepararse líquida, en forma de papilla, ideal para la dieta infantil; semilíquida, para el desayuno o suelta, muy popular en la Rusia prebolchvique y hoy, como acompañamiento de los platos principales.
Existe una infinidad de recetas de kasha: dulces y saladas, a base de agua y a base de leche, con mantequilla, verduras, nueces, etc. De cada grano, se pueden preparar más de diez tipos de kasha.
El creador de la kasha mixta, mezclando cebada, mijo y guisante, fue el jefe militar ruso Aleksandr Suvórov, en el siglo XVIII.
Cabe aclarar que durante la preparación, hay que tratar de minimizar el tiempo de cocción del grano para que este conserve sus propiedades, aunque se puede dejar el grano unas horas en remojo antes de cocinarlo para conseguir una cocción más rápida.
Puede afirmarse sin temor a equivocarnos que esta comida es una de las grandes responsables de que los niños rusos, a diferencia del grueso de sus similares europeos y norteamericanos -más argentinos-, carecen del flagelo de la obesidad. Mi padre que criaba y amaba a los caballos, solía decir que la avena era para ellos y no para los seres humanos. Pero aparentemente, se equivocaba. Este cereal, aunque contiene gluten, posee muchas proteínas de valor vegetal, además de un alto contenido de las grasas vegetales, por lo cual tiene un valor energético elevado: así evita tras un desayuno así, que el hambre vuelva rápido. Como si esto fuera poco, los granos de avena son ricos en fibras naturales: se hallan las vitaminas B1, B2, PP, E y las sales de calcio, fósforo, hierro y magnesio. Para quienes habitan en ciudades grandes e industriales, esa kasha ayuda porque “absorbe” las sales de los metales pesados.
Por el contenido de las albuminas (13%) y las grasas (que son sólo un 6%), la avena es el líder entre los cereales. Los nutricionistas recomiendan la kasha de avena especialmente a los enfermos con problemas del hígado, la aterosclerosis y la diabetes. Pero, en general, para todos, esta kasha tiene su utilidad principal para el estómago y el intestino. La avena es un “basurero” perfecto, saca fuera todo lo malo, pues “limpia” el intestino. Por eso, la avena es un plato principal para las enfermedades de la úlcera del estómago y el duodeno.
De esta manera, los rusos evitan los problemas con el tracto intestinal y bajan el nivel del colesterol en la sangre; además, la kasha de avena tiene silício y zinc, que son tan necesarios para todas las edades.
Finalmente, este rico plato ruso, tiene efectos culturales de relevancia. Cuando es difícil trabajar con alguien, se puede decir “С ним кашу не сваришь” (traducido al castellano, “No se puede preparar kasha con él”). Si tenemos un amigo que no es muy fuerte, podemos decir de él: “Мало каши ел” (“Ha comido muy poca kasha“) . Finalmente, si alguien tiene cierta confusión en la cabeza, por ejemplo antes de un examen, se puede decir que “У него каша в голове” (“Tiene kasha en la cabeza”).
Fuentes de consulta: rusopedia.rt.com y rusizate.com.
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