DOS REGRESOS CON LAGRIMAS

La semana pasada, dos bandas británicas, emblemáticas de rock-pop regresaron a los escenarios, tras el declive evidente de la pandemia. Una, fue Genesis, liderada por Phil Collins, secundado como siempre por Mike Rutherford y Tony Banks y la otra fue The Rolling Stones, conducida por el interminable Mick Jagger acompañado por Keith Richards y Ron Wood. 

Genesis dio su concierto el miércoles 22 de setiembre pasado, en el Utilita Arena de la ciudad inglesa de Birmingham, donde lamentablemente, se vio a ese eximio baterista que es Phil Collins, muy deteriorado en su condición física, sin poder llegar a ciertas notas musicales y hasta para moverse, habiendo estado sentado la mayor parte del recital en un taburete.

En el caso de los Rolling, que dieron un concierto privado unos días antes que Genesis, el lunes 20, en una carpa montada en un estadio de la ciudad de Boston, ante unas 300 personas, la nota siginicativa de la jornada fue la ausencia física de Charlie Watts, el legendario baterista de la banda, fallecido en agosto pasado.

Más allá del dolor de estas pérdidas a las que ya nos vamos habituando, queda el recuerdo de los grandes momentos vividos, que disfrutamos aquellos de mi generación, que tuvimos la fortuna de vivenciarlos en su mayor esplendor, dejando huellas imborrables. En tal sentido, me siento uno de tantos privilegiados, porque no creo que los jóvenes de hoy tengan semejantes impactos emocionales con los cantantes de la actualidad, como los tuvimos nosotros, con aquéllos.

He aquí dos grandes temas de estas icónicas bandas, grabadas precisamente, en tales circunstancias de gloria para ambas. Hay que reflejarlos así, PORQUE LA MUSICA, COMO ARTE, NO MUERE.