TOLEDO: LA CAPITAL DE LA ESPADA

La Alianza de Civilizaciones fue una iniciativa impulsada por la ONU y alentada por el ex Presidente del Gobierno español, el socialista Rodríguez Zapatero, con el fin de neutralizar el famoso “choque entre culturas” de Huntington, por lo que tanto intelectuales españoles como rusos se sumaron y organizaron un seminario sobre el tema en junio de 2010, en la histórica ciudad de Toledo, ubicada a media hora en tren de alta velocidad de la ciudad capital española, Madrid.

Al borde del Río Tajo, Toledo, con una población de 85.000 habitantes aunque creciendo por la incesante llegada de pobladores de Madrid, fue capital imperial en la época de Carlos I, además de ser conocida por ser una ciudad de tres culturas (cristiana, judía y musulmana). Desde la época del Imperio Romano, Toledo se destacó por ser un centro neurálgico de la industria metalúrgica y en especial, de la espada, la mejor de Europa entre los siglos XV a XVII.

Tras haber sido bombardeada durante la Guerra Civil Española, hoy, Toledo es la capital de la Comunidad Autonómica de Castilla-La Mancha. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO en 1986.

RECORRIENDO EL PERU EN LOS INICIOS DEL SIGLO XXI

Conocí Lima en noviembre de 2013 y volví a recorrerla junto al sur peruano, en el verano de 2016. En ambas ocasiones, me sorprendió gratamente el grado de avance económico y social que logró el país, con una trayectoria que si bien, salvando las distancias, es diferente a la de otrora enemigo, Chile, intentó imitar la consecución de sus pilares básicos y algunos de sus resultados.

En efecto, la sociedad peruana, también pragmática, a su manera, demostró una vez que le encantan los escritores y la literatura, pero no los vota. En 1990, una vez que se había iniciado la transición democrático-capitalista chilena, tras su exitosa embestida contra la nacionalización bancaria emprendida por el entonces Presidente Alan García –casado con una cordobesa de apellido Cafferata Norés- del antiimperialista partido APRA, el célebre Mario Vargas Llosa pasó a liderar el Movimiento FREDEMO y encabezaba las encuestas presidenciales, contra los partidos tradicionales. Ganó la primera vuelta donde terminó enfrentando a otro “outsider” sorpresivo, el ingeniero rural, el japonés “Chino” Fujimori, quien en un increíble e inexplicable giro del destino, le terminó arrebatando la Presidencia al escritor. Así como hay un Chile, antes y después de Pinochet, aunque hoy ya esa figura cobra enorme lejanía, ese hecho del resultado de los comicios presidenciales de 1990 en Perú, marcó a fuego la historia política del país “hermano” de los últimos 26 años.

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