ROBERT REDFORD: EL ADIOS A UNA ERA

Rubio, elegante  y seductor, pero llamativamente poco mujeriego. A pesar del molde fisnómico, un buen actor, desafiando la ley de que actor bello no necesariamente se destaca en el set de filmación. Pero también sobresalió como productor y director, comprometido con causas políticas y sociales, un verdadero “liberal” (líberal o progresista, en la jerga americana). Aún con esos antecedentes, Robert Redford fue un pintor frustrado y de hecho, vivió de ello recorriendo Europa, hasta fue un “okupa” en un pueblito de Málaga, en España, durante más de medio año, en los cincuenta. Como si todo ellos fuera poco, ya famoso, perdió un hijo al nacer y estuvo a punto de morir en un avión que habiendi perdido altura, finalmente, recobró el control.

Redford puede lucir un gran background de grandes películas en cinco décadas, habiendo empezado a trabajar en 1960. Por aquellos años, recuerdo a: “Butch Cassidy”; “El candidato”; “El golpe”; “El gran Gatsby”. En los años setenta: “Todos los hombres del presidente”; “Un puente demasiado lejos”. En los 80 y 90s: “Africa mía”; “Havana”; “Una propuesta indecente”; “Algo muy personal” y “El señor de los caballos”. En los años 2000: “La última fortaleza”; “Juego de espías”; “Secretos de un secuestro”; “Diario de motocicleta” (como productor); “Un amor, dos destinos” y “Leones por corderos”, entre otros numerosos éxitos.

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