LA GRAN GRIETA ARGENTINA DEL SIGLO XIX

Si bien se preanunciaba desde hacía casi una década antes -recuérdese la Batalla de Cepeda y el día de la muerte de Belgrano-, el 13 de diciembre de 1828, tal vez, podría llamarse la jornada en la que empezó a cristalizarse la guerra civil argentina en el siglo XIX. Ese día, en un paraje de Navarro (Provincia de Buenos Aires), fue fusilado el General -héroe de las Guerra de la Independencia-, el porteño Manuel Dorrego, por otro militar legendario, también exitoso en las campañas de San Martín, el General Juan Galo Lavalle. La desaparición de Dorrego (federal) no abriría paso al ascenso político de su victimario Lavalle (unitario) sino al del Gobernador Juan Manuel de Rosas quien gobernaría la Provincia de Buenos Aires pero sobre todo, el país, “con puño de acero”, hasta su caída en Caseros en 1852.

Estuve en Navarro este año antes de la cuarentena pero también pude visitar hace cuatro veranos, la localidad de Tilcara en Jujuy, donde se halla la casa, hoy Museo, donde fueron velados los restos de Lavalle, por sus propios soldados y oficiales que le juraron lealtad, escapando de las huestes rosistas, camino al altiplano boliviano.

En ambas situaciones, me emocioné hasta las lágrimas, porque ambos semejantes héroes nacionales, unidos en la lucha contra el dominio español, no pudieron zanjar sus diferencias, a posteriori, sino a través de la sangre -que terminó usufructuando un tercero-, desencadenando así una absurda guerra fratricida que duró tres décadas.

Habremos entendido los argentinos hoy, a la luz de un siglo XXI que luce fragmentado, con la virulencia de las redes sociales, enfrentados los unos a otros, por diferentes causas, que tal desunión no conduce a un destino más venturoso sino peor? En este contexto, vale la pena recordar aquela fecha fatídica. Ojalá aquel remordimiento que acompañó a Lavalle toda su vida, hasta su propio crimen, no haya sido en vano y sirva de lección histórica para un pueblo como éste, que se empeña en forjar divisiones muchas veces, sin sentido alguno.