EL CLASICO DEL TENIS MUNDIAL DEL SIGLO XXI: FEDERER VS. NADAL

Es mi primer posteo dedicada a mi tercer deporte favorito, tras el fútbol y el automovilismo, aunque es el primero que sigo practicando.

Lo sigo desde lo informes de Juan José Moro en LS5 Radio Rivadavia en los años setenta, cuando cubría los partidos de Guillermo “Willy” Vilas, el primer número 1 (mundial) de Argentina, gracias a quien, muchos adolescentes y niños, empezamos a jugar este “deporte blanco”.

Desde fines de esa década y los años ochenta, soy un asiduo espectador, sobre todo, de las instancias finales de los torneos, que se empezaron a transmitir por TV (Wimbledon, primero Forest Hills y luego, Flushing Meadows, los Masters de fin de año, etc.). Posteriormente, a medida que se nacionalizó más aún el tenis, con las participaciones exitosas del país en Copa Davis, con el propio Guillermo Vilas y acompañado por José Luis “Batata” Clerc, la llegada de figuras juveniles que alcanzaron el top-ten como Gabriela Sabbatini, el misionero-rosarino Alberto “Luli” Mancini, el rafaelino Javier Frana, el rufinense Guillermo Coria, el cordobés David Nalbandián y Gastón Gaudio, entre otros, cadenas como la local TyC Sports o globales como ESPN y Fox Sports, nos habituaron a recibir el tenis en nuestros hogares, con casi todos los torneos del mundo, todas las semanas, incluyendo Challengers y juveniles.

A través de esas imágenes, nos habituamos a los duelos épicos de cada época. Menos televisados, por la historia que describí, el sueco Bjorn Borg, retirado muy joven del deporte, versus los norteamericanos Jimmy “Jimbo” Connors y  John Mc Enroe, fueron enfrentamientos clásicos que quedarán para siempre en nuestra imaginación y algo, lo poco que los vimos, en nuestras retinas. El checoslovaco Iván Lendl se sumó a esas batallas, con la frialdad que lo caracterizaba, aunque enfrentándose en una rivalidad especial, con el alemán Boris Becker. Otro duelo típico de norteamericanos, fue el de Peter “Pete” Sampras con el excéntrico de Las Vegas, André Agassi, ya a fines de los noventa e inicios de dos mil.

Los partidos de Borg-Mc Enroe, que en realidad, representaban el enfrentamiento de dos estilos de personalidades muy diferentes, acaban de ser llevados al cine. Aquí, el cierre de una final (real), muy especial, Wimbledon 1980, entre ambos.

Finalmente, en estos últimos 15 años, el suizo Roger Federer, el español mallorquín Rafael Nadal y más recientemente, el serbio Novak Djokovic y el escocés Andy Murray, intentando terciar en esa elite, son los protagonistas excluyentes de esta historia. No importan tanto las estadísticas, cuántos partidos ganaron cada uno, cuántas copas levantaron, cuántas finales de torneos de mayor categoría (Grand Slams, Master Series 1000 o 500) alcanzaron: a todo ello se dedicarán los obsesivos con los números. Yo en cambio, me quedo con tres sensaciones: una, la vigencia. Hace ya casi 15 años, ellos hegemonizan el deporte, con todo lo que ello implica, en términos de paso necesario del tiempo, lesiones, ausencias del circuito por razones personales (familia, psiquis, etc.). La segunda: es que, casi “gardelianamente” hablando, “cada día que pasa, juegan mejor”. Tercero, un anhelo: quisiéramos que jueguen 100 años más si pudieran.

Como si todo fuera poco, estos dos grandes archirrivales en la cancha, han demostrado que si bien el tenis, es un deporte individualista e hipercompetitivo, donde sobre todo, uno se enfrenta consigo mismo (sus miedos, dudas, angustias, fortalezas y dones) y luego ante el adversario, también puede existir una relación de camaradería y hasta cierta amistad, como quedó demostrado en la última Laver Cup, en Praga, donde el equipo de Europa, donde jugaban Nadal y Federer juntos, dirigidos por el gran Bjorn Borg, venció al de América, conducido desde la banca, por John Mc Enroe.

Hoy, jugaron la enésima final entre Federer y Nadal, en Shanghai, China, lo cual garantiza la transmisión a millones de espectadores. Huelgan las palabras, sólo hay que aplaudir. La belleza del tenis en todo su esplendor. Coronan toda una historia.

Acerca de Marcelo Montes

Doctor y Magister en Relaciones Internacionales. Politólogo. Profesor universitario, área Política Internacional. Analista de la política exterior de la Federación Rusa. Investigador. Columnista de medios de comunicación escrita, radial y televisiva. http://consultoriayanalisisrrii.blogspot.com.ar/ https://twitter.com/marceloomontes
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