EL AMOR ETERNO EXISTE

Se acaba de morir George H.W. Bush (GHWB) a los 94 años de edad y mientras la mayoría lo recuerde, mal por su actuación en la Guerra del Golfo, la invasión de Panamá, su labor en la CIA, el escándalo Irangate o bien, por la caída de la URSS y la “liberación” de Europa Oriental o el TLC con México, yo prefiero dejar por un momento su labor en la política internacional y analizarlo desde su plano privado. Es que 8 meses antes, en abril, falleció su esposa Bárbara a los 92 años, un dato que me llama la atención pero más me atrapa el hecho de que vivieron juntos en pareja 73 años, lo cual “suena a extraterrestre” en un mundo como el de hoy, tan dominado por la postmodernidad, el feminismo, el terror de los más jóvenes a enamorarse y mucho menos a comprometerse, entre otras situaciones.

Estas tres fotos ilustran diferentes momentos de esa larga vida juntos, donde claramente se notan las muestras de cariño mutuo pero sobre todo las miradas de Bárbara, siempre cuidando a su esposo. Independientemente de los hijos (6, entre ellos, otro ex Presidente -George W.- y un gobernador de Florida -Jeb-) y nietos (14) que disfrutaron, ambos además de ser longevos, padecían la misma enfermedad (de Graves), tenían muy pocos días de diferencia (aunque dos años) en sus nacimientos y pudieron convivir tanto tiempo, equilibrando sus vidas pública y privada. Se terminaron asemejando a la cinematográfica pareja de “Diario de una pasión” (“The notebook”, en su versión en inglés).

Esa vida no fue para nada perfecta: ambos perdieron una hija, llamada Robin, por padecer leucemia, a los 3 años de edad, cuando el matrimonio se mudó a Midland, Texas. A partir de esa temprana pérdida,  encanecieron los cabellos de Bárbara. El bienestar material logrado a partir de lograr un verdadero imperio petrolero ni tampoco la llegada de 3 hijos más, no pudieron cubrir siquiera mínimamente el dolor de la pareja por semejante tragedia.

Kennebunkport, el pueblito costero del Estado de Maine, con playas sobre el Atlántico, está duelo porque ahora ambos Patriarcas se han ido a reposar juntos (como debe ser) al má allá.

Hay otros casos como los de Bush, pero al constituir rarezas, son noticia cuando pasa algo negativo como en el ejemplo, hace más de un bienio, de aquella pareja de ancianos canadienses -uno de ellos aquejado de demencia senil-, que vivieron juntos 62 años, pero fueron obligados a separarse por razones burocráticas en el geriátrico que los alojaba.

Son todos unos hallazgos y muy grato por cierto, en esta vida del siglo XXI, donde el amor suena a vocablo algo antiguo, porque no se entiende, como dijo el personaje de Noah, que “él puede hacer lo que ambos quieran”.

Acerca de Marcelo Montes

Doctor y Magister en Relaciones Internacionales. Politólogo. Profesor universitario, área Política Internacional. Analista de la política exterior de la Federación Rusa. Investigador. Columnista de medios de comunicación escrita, radial y televisiva. http://consultoriayanalisisrrii.blogspot.com.ar/ https://twitter.com/marceloomontes
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