Avanzando más hacia el sur de Brasil, rumbo hacia el Estado de Rio Grande do Sul, con lluvias copiosas y elevada humedad.
Llega la noche y los brasileños, aún en los restaurantes de las estaciones de servicio, miran TV, sobre todo, telenovelas.
El perro descansa bajo el sol. Qué mejor hacer allí?
Seguimos hacia Laguna. Se entiende al ver las fotos, la razón de ese nombre.
Avanzamos. Se divisan hélices de energía eólica y llanuras verdes, parecidas a la “Pampa Gringa” argentina, con algunos morros alejados.
Llegamos con mi novia Ekaterina, por vía de la Estrada do Mar o Interbalnearia (la RS389), a Torres, ya a una distancia de 280 km. de Florianópolis. Tiene unos 40.000 habitantes aunque en verano, puede alcanzar los 300.000. Hacía cuatro décadas que visitaba ese sitio turístico emblemático de Brasil meridional. La transformación fue enorme.
A partir de 1989, pasó a realizarse en Torres, el Festival de Balonismo (Festival de Globos), por lo que en 1995, en su séptima edición, la ciudad obtuvo el título de «Capital Brasileña de los Globos». Durante los cuatro días del evento, son realizados diversas pruebas, en las cuales el que maneja el globo son puestos a prueba, con respecto a sus habilidades. Los globos dieron un show en la Playa Grande con un Night Glow (Show Nocturno). Ocho globos, todos iluminados, sobrevolaron la playa dos noches seguidas, emocionando al público de aproximadamente 20.000 personas.
Por fin, Curumim, a 45 km. de Torres. El tradicional asado pero en la praia y con el auto en ella, sin prohibiciones de ningún tipo.
De ahí en más, llanura plena.
A 20 km. de allí, Capao da Canoa. Tampoco la visitaba desde hacía 4 décadas recordando que una noche de enero de 1980, allí comí el más rico asado que haya digerido hasta ese momento y mucho después.
Por fin, agua caliente (quente en portugués) y pública, con energía solar, pero para el famoso chimarrao (mate brasileño).
De allí en más, el viaje al centro del Estado. Hacia la sierra, preferentemente, Gramado, a la “Región de la Hortensias”. Pasamos del calor y la humedad del llano al frío serrano de las alturas, en pocas horas.
Ya a 164 km. al oeste de la costa del Estado, Gramado, con unos 32.000 habitantes, viviendo en una tierra que colonizaron descendientes centroeuropeos, sobre todo, alemanes, se asemeja a una villa alpina, del tipo de Villa General Belgrano o La Cumbrecita, que tenemos en Córdoba, Argentina.
Dejamos la sierra y bajamos nuevamente 124 km. al sudoeste, hacia la febril e industrial Porto Alegre, con el cielo oscureciéndose y generando en pocos minutos, una lluvia convectiva. Porto Alegre cuenta con 1,5 millones de habitantes pero cerca de 4 millones si se incluye su área metropolitana.
Las fotos muestran, entre otros, al río Guaíba que en realidad es un lago y al Estadio Arena do Gremio inaugurado en 2012.
Luego, emprendimos el regreso a Argentina.
